Los agricultores ven insuficientes las medidas decretadas ayer por la Junta

Ante la declaración de la existencia de la plaga de topillos en la comunidad, la Junta autoriza ahora el arado profundo de los rastrojos inmediatamente después de la recolección de la cosecha, como medida fitosanitaria para la lucha contra la plaga del topillo en las explotaciones agrícolas afectadas, en el caso de la provincia de León en las comarcas de Sahagún y Esla-Campos. Esta medida, publicada ayer en el Bocyl, significa que el alzado de los rastrojos en las parcelas afectadas por la plaga con una profundidad superior a 20 centímetros no está considerado incumplimiento para la aplicación de la condicionalidad de las ayudas de la PAC. A pesar de que esta era una de las peticiones de las Opas, los agricultores la consideran insuficiente, ya que es sólo «una medida de las muchas que habría que tomar», asegura José Antonio Turrado, secretario general de Asaja en León. El secretario general de Asaja en León mostraba ayer su preocupación advirtiendo de que «la próxima campaña del cereal comienza en octubre con una población enorme de topillos que devorarán las cosechas a medida que el cereal, una vez sembrado, nazca», afirmó. Por otro lado, Turrado quiso resaltar que «afortunadamente algunos médicos rurales se adelantan a los datos analíticos», ya que según el secretario de Asaja, se tiene conocimiento de casos en que los médicos detectan síntomas clínicos de la enfermedad y recetan antibióticos contra la tularemia antes de que las analíticas lo diagnostiquen.