El alcalde de Ponferrada es el que más cobra, por delante del de León

Son los acuerdos más polémicos del inicio de la legislatura. Los alcaldes y ediles de todos los municipios cumplen como primera tarea con la asignación de sus retribuciones, una medida que en muchas ocasiones es protestada por los concejales que militan en la oposición. Los habitantes de los principales municipios de la provincia ya conocen cuáles son los sueldos -siempre en términos brutos, lo que supone una deducción de entre un 20 y un 25%- que pagarán a los representantes que eligieron en las urnas. De la comparativa realizada por este periódico se desprende que es Carlos López Riesco el regidor mejor pagado de León. El alcalde de Ponferrada cobrará 4.642 euros brutos, frente a los 4.500 asignados para el alcalde de la capital, Francisco Fernández. La diferencia no es demasiado significativa, pero sí si se tiene en cuenta la diferencia poblacional de ambas ciudades, ya que en la capital berciana residen aproximadamente la mitad de ciudadanos que en León. Muy cerca de ambos salarios está el aprobado por el Ayuntamiento de San Andrés, el tercer municipio de la provincia, para su alcalde, Miguel Martínez, con 4.385 euros, aunque en este caso se da la circunstancia de que las arcas municipales no desembolsan ninguna cantidad, ya que Martínez ha renunciado a su sueldo, como ya hizo la pasada legislatura, dado que también ejerce como senador y percibe el sueldo -claramente superior- de las arcas del Estado. El regidor que no cobra En los casos de Ponferrada y San Andrés se han dado en esta legislatura dos circunstancias destacadas en cuanto a las nóminas percibidas por los ediles. Se trata, en el primer caso, de la retribución del portavoz de la oposición, el socialista Ricardo González Saavedra, que cobrará una dedicación exclusiva por su labor de control que le supondrá un reintegro de 48.035 euros anuales, con catorce pagas de 3.431 euros, al igual que los siete concejales del grupo popular. En León, la figura del vicealcalde, ostentada por el líder de la UPL, Javier Chamorro, socio de gobierno, está retribuida por una cantidad muy similar a la del propio alcalde, con 4.422 euros. Los ediles leoneses con dedicación exclusiva -de la que disfrutan 13 concejales- cobrarán 3.379 euros sin deducciones, cifra idéntica a la de un funcionario con la categoría de técnico de administración especial nivel 28. Una de las polémicas más arduas se ha abierto en el municipio de Villaquilambre, donde el alcalde, Lázaro García Bayón, y los concejales del equipo de gobierno se han repartido a partes iguales la partida destinada a los salarios de los representantes políticos. Cada uno de ellos cobrará 1.900 euros, y desde la oposición, Miguel Hidalgo (Civiqus) acusó al equipo de gobierno de superar en cien mil euros la partida destinada a los sueldos durante la pasada legislatura, cuando él gobernó. La tesis fue contrarrestada por García Bayón, quien aseguró que, por el contrario, los nuevos salarios costarían 50.000 euros menos a las arcas municipales. Caso singular es el de La Bañeza, donde su alcalde, el socialista José Miguel Palazuelo, cobrará 3.000 euros brutos al mes, más dos pagas extraordinarias, cifra que contrasta con la de su vecino y compañero de partido, José Alonso Perandones, regidor de Astorga, que se llevará 1.424 euros brutos, al igual que en la pasada legislatura. Una diferencia notable si se tiene en cuenta que ambas ciudades tienen una población muy similar. De hecho, pronto salió a la palestra la censura de los populares bañezanos, que acusan Palazuelo de haberse subido el sueldo un 40 por ciento, y un 35 por ciento el de los concejales socialistas, que cobrarán 900 euros. Para el regidor bañezano, la crítica «es normal, viniendo de la oposición». También se desató la polémica en otros municipios, como Villafranca del Bierzo, donde la oposición socialista calificó de «indigna» la retribución del alcalde, el popular Agustín García Millán, que cobrará 1.900 euros. En Valdevimbre, los socialistas criticaron que el regidor popular, Zacarías Martínez, se subiera el sueldo un 44 por ciento, una acusación que Martínez calificó de «torticera manipulación».