La lucha contra la plaga de topillos comenzará el próximo martes en Valladolid
La Junta volverá a colocar veneno e iniciará el martes la limpieza de cunetas
El veneno será colocado en pequeños tubos para evitar daños en otras especies Clemente apoya las medidas de la J
La Consejería de Agricultura comenzará el próximo martes en la localidad vallisoletana de Villalar de los Comuneros el plan de limpieza de cunetas enmarcado en la estrategia de lucha contra los topillos, que incluye, de forma experimental, volver a recurrir a la colocación de veneno en las zonas de regadío, si bien las trampas se colocarán en tubos especiales para evitar que otros animales puedan sufrir daños. Una vez evaluado el resultado en esta zona, si es positivo, su aplicación se generalizará en todas las zonas afectadas en un plazo de diez días, según indicaron a Ical fuentes de la Consejería de Agricultura. Desde este departamento, se especificó que la aplicación del plan de lucha comenzó el pasado viernes con la publicación en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) de las dos resoluciones que permiten el laboreo en profundidad de las tierras. Ese mismo día se comenzaron a colocar trampas en dos polígonos agrícolas de Villalar de los Comuneros, mediante las que se pretende llevar el control de las poblaciones de topillos en la zona y analizar el resultado de las medidas. La Consejería de Agricultura ha seleccionado ya los terrenos en los que comenzará la aplicación del plan y el próximo martes las máquinas motoniveladores entrarán en las cunetas de la localidad vallisoletana para su limpieza con el objetivo de destruir las madrigueras de este roedor e iniciar, así, una lucha que se extenderá a toda la Comunidad. Según las fuentes consultadas, los grupos de actuación y prevención precoz constituidos en las distintas comarcas, junto con las Juntas Agropecuarias Locales, informarán sobre las respectivas situaciones y marcarán las prioridades de actuación. El Gobierno regional, sostienen las mismas fuentes, pondrá a disposición de las juntas agropecuarias la maquinaria necesaria, bien sea de la propia Consejería o de los departamentos de Fomento, de las diputaciones provinciales o de las mancomunidades. Pero la lucha contra los topillos incorporará otra arma: el tratamiento químico de las cunetas de las parcelas de regadío con clorofacinona y bromodiolona, los venenos que ya se aplicaron al principio de la plaga y que se dejaron de utilizar tras las críticas de los ecologistas. En esta ocasión, se tomarán aún más medidas de precaución para evitar daños en otras especies. De forma experimental, en Villalar de los Comuneros el veneno se colocará en tubitos huecos de pocos centímetros de diámetro que sólo permitirán el paso a los roedores, lo que dificultará que otros animales puedan comer directamente estos productos. Si esta práctica diera resultado, en pocos días se extendería a otras zonas de la Comunidad. Según las fuentes consultadas, esta decisión no colisiona con el proceso judicial abierto a principio de la plaga por las denuncias ecologistas por el uso del veneno. «Entonces, las Cámaras Agrarias aplicaron el veneno de forma extensiva y es cierto que murieron algunas palomas, pero no está probado que fueran por los efectos de este producto; ahora, lo pondremos en las cunetas y lo protegeremos con tubos para que no puedan comerlo otros animales», señalaron desde la Consejería, quienes precisaron que no será la Junta de Castilla y León quien extienda el veneno, sino la que lo proporcione. «Durante todo este tiempo, los agricultores han venido tratando las tierras con el veneno clorofacinona de forma responsable y cumpliendo con las prescripciones», según indicaron las mismas fuentes. La clorofacinona es un raticida anticoagulante recomendado para el control de ratas, ratones y topillos y su aplicación se efectúa poniendo unos 600 centímetros cúbicos por cada 20 kilos y hectárea en los lugares donde habitan estos animales.