León agiliza la repatriación de la familia lusa fallecida el jueves en la A-66

La repatriación de los cadáveres de los cuatro miembros de la familia portuguesa fallecida el pasado jueves en el accidente de tráfico sufrida en el autovía León-Benavente (A-66), en el entorno de Villaquejida, se produjo alrededor de las 19.00 horas de la tarde de ayer, después de que los responsables del Ayuntamiento de la capital leonesa agilizaran los trámites para que no tuvieran que pasar una noche más en el tanatorio de la mancomunidad de Servicios Funerarios de León y su alfoz (Serfunle), situado en la antigua avenida de Peregrinos, que pasará a ser avenida de España. La alcaldesa en funciones de la capital, Humildad Rodríguez Otero, se personó en las dependencias del tanatorio a media mañana para interesarse por la tramitación de los procedimientos burocráticos necesarios para que los cuerpos del matrimonio y sus dos hijas, de uno y nueve años de edad, fueran trasladados con la mayor celeridad posible. Tras una charla con los responsables de la instalación y uno de los familiares de los fallecidos, la operación quedó pendiente de conseguir los permisos oportunos durante la tarde. La diligencia de los gestores de Serfunle y de las autoridades competentes en la repatriación sirvió para que los cadáveres salieran a última hora de la tarde hacia su destino: Ponte da Barca, una localidad portuguesa cercana a Braga, donde debían haber llegado el pasado jueves si la carretera no se hubiera interpuesto en sus planes de viaje.