| Análisis | Falta compromiso público |
Prevenir a precio de saldo
CC.OO. recuerda a los empresarios que las malas condiciones laborales suponen un coste adicional para las compañías y exigen a la Administración que vele por la seguridad en el trabajo
Han pasado más de diez años desde la aprobación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y su cumplimiento, si se atiende a los datos de la memoria publicada por Comisiones Obreras, es más bien escaso. Buena prueba de ello es la desproporción existente entre el importe total de las sanciones impuestas por obviar la normativa y el coste de los daños que se producen. Los responsables del informe denuncian la falta de recursos materiales y humanos como un mal endémico dentro de la inspección de trabajo, encargada de vigilar a las empresas en materia de seguridad. En este sentido, la inversión en la prevención puede ser vista por los empresarios como un apartado secundario si se tiene en cuenta que gran parte de los gastos se externalizan hacia el sistema público, así como a la sociedad. Pero la realidad es bien distinta. Las compañías tienen que dedicar parte de su presupuesto a implantar medidas encaminadas a reducir el número de accidentes laborales. Un dinero que al final redundará en beneficio de los propios negocios al suponer un ahorro para las empresas en las que se produce algún tipo de siniestro. Los sindicatos lo saben y es por eso por lo que reclaman un mayor compromiso de las administraciones para velar por la salud de los empleados. En la cuenta de resultados Esta rentabilidad, oculta tras las artimañas de algunos emprendedores, aparece reflejada en un informe realizado por la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida en el Trabajo. Dicho documento estimó en un 5% anual las pérdidas de mano de obra en Europa a causa de unas condiciones laborales negativas. Según este escrito, las sociedades no necesitaban aumentar su seguridad porque la producción no se resentía. CC.OO. recuerda a la patronal que el tiempo perdido por el accidentado y por otros trabajadores que le auxiliaron, las horas extraordinarias destinadas a recuperar la actividad y el salario de la persona sustituta, son factores a tener en cuenta para tomarse en serio la salud laboral. Además, los daños causados a la maquinaria, el alquiler del material para reemplazarla y los costes suplementarios debido a la inexperiencia del nuevo trabajador, también suponen un gasto adicional para los empresarios. Por lo tanto se trata de una serie de magnitudes económicas que «por desgracia» se asumen por las compañías como una cantidad corriente dentro de su funcionamiento normal. Otras variables son de muy difícil cuantificación, pero todas ejemplifican la falta de vigilancia por parte de las instituciones en esta materia.