Avanza el Enlace Sur

El inicio de las obras de soterramiento del ferrocarril es por el momento un documento que duerme a la sombra de un cajón ministerial. El letargo se prolongará hasta que finalicen los trabajos del Enlace Sur, una infraestructura capital para que la vía se esconda bajo tierra y encuentre así una solución al aislamiento heredado que sufre el alfoz de la capital. Los plazos discurren según el calendario marcado por el Gobierno. Y el proyecto es desde el pasado 24 de enero una realidad dibujada con los surcos de unas máquinas que perfilan la base de todo el resto de la integración del ferrocarril. La variante impulsa un itinerario alternativo para que el soterramiento se pueda llevar a cabo sin colapsar el tráfico de los trenes. Los convoys de viajeros entrarán hasta la estación provisional, en la trasera de los juzgados de Sáenz de Miera, y volverán atrás hasta llegar al vértice de reparto férreo hacia Galicia, Castilla o Asturias. Por el contrario, los vagones de mercancías, con el by pass, no llegarán a la terminal de la capital porque sus operaciones se realizarán en el polígono de Torneros. Este último desvío será definitivo. Los carteles que anuncian los trabajos a ejecutar son también la presentación sobre la que se asienta el guión escrito por el Ejecutivo central para diseñar una nueva ciudad en la que la cicatriz férrea caerá en depresión. Ya en el 2008 La UTE formada por FCC Construcciones S.A. y Contratas y Ventas S.A es la encargada de las obras, que cuentan con un presupuesto de 17.326,487 euros, cuatro por debajo del precio de licitación. La finalización del trazado tendrá que estar lista en siete meses, por lo que en febrero del 2008 el Enlace Sur comenzará a absorber los trenes que antes recalaban en León. El pliego compromete dos ramales de 3,1 y 2,8 kilómetros de ancho ibérico y el mecanismo establece una escapatoria para que el tráfico se desvíe desde las inmediaciones de Trobajo del Cerecedo.