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El Ejecutivo autonómico recomienda que no se consuman las piezas cazadas en la media veda

La Junta teme la contaminación de la caza con el veneno de los topillos

De Santiago Juárez: «No se puede garantizar que el producto no sea ingerido por otros animales»

Entrada a una madriguera de ratón rodeada de ponzoña

Publicado por
L. Urdiales - redacción
León

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«Como no es posible garantizar con absoluta seguridad» que el producto que comenzará a distribuirse con en el campo sea ingerido por aves o por otros animales que puedan ser consumidos por las personas» la Junta ha optado por primar la «precaución», a pesar de que existe una «baja posibilidad» de que pueda causar problemas de salud por su ingesta. Así justificó el consejero de la Presidencia y portavoz del Gobierno autonómico, José Antonio de Santiago-Juárez la recomendación pública de evitar que las piezas cazadas en la media veda lleguen entre en la cadena de alimentación. «La Junta aconseja no consumir las piezas cazadas en la media veda», según se explica en la relación de recomendaciones que desde la administración autonómica se dieron ayer a conocer con el fin de evitar que entre en la cadena alimenticia de los humanos el veneno que se usa para combatir a la plaga de ratones que devora desde hace meses los cultivos. De Santiago-Juárez aportó algunas consideraciones especiales que se deben de tener en cuenta ante el contacto con la clorofacinona, un producto de efectos anticoagulantes de letales efectos neurológicos y físicos en la especie de roedores que asola el medio rural. «Deben de tomar especial precaución las aquellas personas que padezcan enfermedades relacionadas con la coagulación de la sangre o que estén sometidas a alguna medicación basada en principios anticoagulantes, como el Sintrón, la aspirina e indometacinas, entre otros productos». Vigilancia especial El portavoz de la Junta matizó que «en temas de salud hay que prevenir siempre», por lo que precisó que se acentuará la inspección en restaurantes y comercios minoristas para evitar que animales contaminados por la clorofacinona sean dispensados a sus clientes en ellos, declaró De Santiago-Juárez, según recoge Efe. También aclaró que la prohibición de comercializar con las piezas cobradas por los cazadores no está motivada por la plaga de topillos, sino que rige ordinariamente desde hace años. La Junta resalta la misión de los Servicios Veterinarios Oficiales dependientes de la Junta de Castilla y León, que desde ahora será la de intensificar el control sobre estos establecimientos «con el fin de verificar el origen de las posibles piezas de caza que se estén poniendo a disposición de los consumidores para garantizar que no proceden del suministro o cesión directa por parte de cazadores».