En la memoria de todos

Más de 200 moteros llegados desde varios puntos de la provincia, además de cerca de un centenar de personas que se acercaron a pie, rindieron ayer un cálido homenaje a Óliver Rodríguez, el joven de 26 años que el pasado sábado, 11 de agosto, perdió la vida cuando viajaba en su moto y fue arrollado por un coche en un cruce de visibilidad reducida. Coronas y flores -además de la lectura de un poema en su memoria que también quedó en el lugar de los hechos- se agolpaban ayer en el punto donde, hacía una semana, tenía lugar el fatal accidente en Veguellina de Órbigo que se cobró una nueva vida. Se trata de un cruce que ya se ha situado en el centro de la polémica por la peligrosidad que entraña. Se sitúa junto al puente que conduce al camping de Veguellina. Un viejo puente que ha sido ensanchado pero que conserva todavía las barandillas y los muros de hormigón del anterior. Estas barreras merman considerablemente la visibilidad de los conductores que se incorporan al mismo. Y esto mismo ocurrió el pasado sábado. Nada nuevo Los vecinos de la zona aseguran que el estado del puente no es nuevo. «Esto lleva en estas condiciones unos ocho años más o menos», explican. Sin embargo, el pensamiento de todas las personas congregados ayer en Veguellina de Órbigo estaba en el joven fallecido, cuyo recuerdo ya quedará en la memoria de todos. Amigos y compañeros protagonizaron un homenaje motero a Óliver justo cuando se cumplía una semana de su muerte. «Era un chico joven, muy buena persona, con muchos planes de futuro, según los comentarios que nos hacía el mismo», advierte uno de sus amigos. Ellos fueron los encargados de poner en marcha este tributo en su memoria.