La Junta reconoce que la calidad de la sanidad mermará con la falta de médicos

La Junta de Castilla y León reconoce que el problema más importante que tiene la asistencia sanitaria pública, que se gestionada desde la administración autonómica, es el déficit de profesionales. «Podemos decir que no se da de una manera generalizada, pero empieza a apreciarse en lugares como León. En términos médicos, está empezando a dar síntomas y hay que cortarlo en la medida de lo posible», afirma el propio consejero de Sanidad. Francisco Javier Álvarez Guisasola define la situación de escasez de medios humanos como «un grave problema en el que hay que ponerse a trabajar urgentemente ya que, si no lo solucionamos, en una primera fase el sistema no podrá seguir progresando y en el futuro vamos a perder calidad asistencial y vamos a tener lugares donde hoy se prestan algunos servicios que no van a poder continuar prestándose, porque no tendremos médicos», afirma el responsable de la asistencia sanitaria pública en una entrevista concedida a la agencia Ical. Para Álvarez Guisasola la verdadera dificultad trasciende a la disponibilidad presupuestaria. «Un ejemplo de lo que ocurre: desde cualquier punto se reclama un oftalmólogo, pero no es una cuestión de dinero sino de falta de médicos que quieran ir allí. Lo mismo ocurre con algunas críticas que se me han hecho por las sustituciones de las vacaciones de verano», expone. «Mal distribuidos» A la hora de hablar de soluciones ante la escasez de médicos, el consejero de Sanidad de la Junta se refiere a «las muchas administraciones implicadas porque la formación de un médico transcurre por muchas etapas. En estos momentos, el acceso a la formación básica en las universidades está muy restringido, con notas de corte muy altas, y eso hay que corregirlo ordenadamente. Una vez licenciado, el médico se tiene que especializar y eso se hace a través de un sistema reglado de altísima calidad pero también restringido y sobre todo que adolece de un defecto: no es que haya pocos especialistas, es que están mal distribuidos. Por ejemplo, hay pocos anestesistas o pediatras y quizá muchos dermatólogos. Pasarán muchos años para que estas soluciones tengan efecto. ¿Qué va a pasar en este tiempo? Estamos en el inicio de un déficit», advierte. Las referencias del responsable de la asistencia sanitaria pública no dejan de lado el asunto de las listas de espera, que en el la provincia de León arrastran una demora más amplia que en otros puntos de la autonomía. Así afronta Guisasola la cuestión, desde el prisma del programa electoral del PP que planteaba la reducción a 30 días del plazo máximo de espera por una intervención en un centro hospitalario. «La situación de las listas de espera es un éxito del consejero saliente. Castilla y León tiene la demora media de listas de espera quirúrgica menor en España. Además, por especialidades y por todo, que se sitúa en torno a los 50 días. Este objetivo es ambicioso y trataremos de conseguirlo pero debemos ser conscientes de que estamos ya en un nivel muy bajo. El próximo año entrará en vigor un nuevo plan de reducción de listas de espera 2008-2012 para alcanzar este objetivo». Y matiza: «No es cuestión sólo de aplicar más recursos, de emplear más horas; lo es también de aplicar más ideas». I+D+i El consejero anunció novedades en la investigación. «En primer lugar, adecuar las estructuras administrativas, y para ello hemos creado un servicio de Investigación, Desarrollo e Innovación dentro de la Dirección de Salud Pública que unifique estructuras que hasta ahora estaban dispersas. El segundo paso será potenciar lo que tenemos, desde el punto de vista de recursos humanos, de infraestructuras y de departamentos universitarios que trabajan en el campo», desveló. «Habrá servicios que prestamos hoy y no podremos dar porque no tendremos médicos» ÁLVAREZ GUISASOLA Consejero de Sanidad El consejero de Sanidad restó relevancia a las consecuencias que la plaga de topillos puede acarrear para la salud pública. «La tularemia es una enfermedad benigna y la prueba es que el 98 por ciento de los casos están curados en una semana. Además, es una enfermedad endémica en la autonomía porque la bacteria que la provoca está en hasta 200 animales. Pero, en situaciones determinadas y por circunstancias no muy bien conocidas se incrementa el número de reservorios y la proximidad de los humanos hace que se contagien. Sin duda, es un problema sanitario pero no grave. Un problema grave fue el de las vacas locas, en el que el contagio de humanos es mortal en el cien por cien de los casos. Un grave problema sanitario también es la legionela». Álvarez Guisasola negó de forma tajante que los topillos den origen a otros problemas sanitarios: «No, no lo son. Alguna asociación ha dicho que el topillo si el topillo muere y se va al agua puede trasmitir otras enfermedades. No es así, porque el nivel de cloro que tiene un depósito de agua hace imposible que aunque caigan 100 topillos con la bacteria, ésta sobreviva. Lo importante no es el agua que entra en un depósito sino el que sale». Asistencia periférica Álvarez Guisasola acentuó la pretensión de la Junta de mejorar la asistencia en zonas periféricas. «Nos planteamos la generalización de centros de especialidades en todas las zonas e incluso incentivar profesionalmente a aquellos médicos porque, aunque a veces se quiere poner en una zona periférica un servicio sanitario, no se encuentra a gente que quiera ir a trabajar allí. Estudiamos también que estas zonas sean declaradas prioritarias o especiales e incluso se rebajen algunos parámetros que aplicamos. Es una discriminación positiva».