Varios vecinos de Grajal de Campos y Villamarco experimentan que el agua es el mejor enemigo del topillo

El experimento realizado durante una semana por tres vecinos de las localidades de Grajal de Campos y Villamarco ha obtenido como resultado que la utilización de pequeños recipientes con agua resulta ser muy eficaz en la lucha contra la plaga de topillos. Estos particulares decididieron probar este método alarmados ante lo que ellos consideran una práctica «peligrosa» para la eliminación de estos roedores y que es la utilización de veneno, que la Junta de Castilla y León está llevando a cabo. Este grupo entiende que los animales que han comido la pócima pueden ser posteriormente ingeridos por otras especies, tales como las cigüeñas o los propios gatos, con el riesgo que puede suponer para los mismos. En cuanto a la limpieza de las cunetas que también se está poniendo en práctica por parte de la administración, los afectados entienden que es una medida muy positiva y que contribuirá de forma importante a la eliminación de estos animales. La técnica utilizada por estas personas es tan sencilla como hacer un agujero en el terreno en el que posteriormente se introduce un recipiente lleno de agua y cuya parte superior se encuentra a dos o tres centímetros de la superficie. Mientras durante los primeros días del experimento recogían una media de diez ejemplares en cada una de las trampas, con el paso de las jornadas el número de cadáveres fue disminuyendo hasta el punto de encontrar uno y el alguna ocasión ninguno. Por ello entienden que las colonias que habitaban en el ámbito de influencia de las trampas llegaron a desaparecer con este sencillo método sin daños secundarios.