La Junta reconoce otro caso de tularemia por la pesca de cangrejos

La sanidad pública confirmó dos nuevos casos de contagio de tularemia en la provincia de León a lo largo de la última semana, lo que eleva hasta la decena el número de afectados en lo que va de año. Uno de los infectados resulta ser un hombre de 57 años, pescador habitual de cangrejos en el río Cea, según informaron fuentes del servicio público de salud de la Junta. En el entorno de esta ribera se localiza el otro caso de contagio confirmado en León. Se trata de una mujer de 70 años, cuya infección se relacionada por el contacto con un rebaño de ovino y caprino que es propiedad de su familia. Los dos nuevos casos de tularemia reconocidos en León representan un porcentaje testimonial sobre la relación de infectados por esta bacteria en otros territorios próximos a la provincia de León. Palencia, por ejemplo, acumula 22 de enfermos de los cuarenta que han oficializado los gestores del Sacyl. La tularemia es una enfermedad que presenta por lo general síntomas semejantes a los de un proceso infeccioso (aparición brusca de fiebre alta, malestar general y, en los procesos más graves, lesiones en los dedos y ganglios axilares, alguna vez ulcerados); es endémica en algunas provincias de la autonomía, no es contagiosa entre personas, tiene un adecuado tratamiento mediante antibióticos prescritos por facultativos y la prevención es, sin duda, la mejor fórmula parta evitar su contagio, ya que la adopción de una serie de conductas fácilmente aplicables evita su transmisión. La Junta presenta una relación de consejos con el fin de evitar que la población se relacione dentro de lo posible con las fuentes de contagio de la bacteria: debe evitarse el contacto con animales muertos, enfermos o con comportamientos no naturales; evitar el consumo de aguas no controladas sanitariamente; es necesario protegerse de las nubes de polvo en aquellos lugares donde proliferen animales susceptibles de la transmisión de la tularemia; Utilizar ropas protectoras y productos repelentes, para evitar picaduras de insectos o garrapatas. Si se observase alguna garrapata fijada, hay que acudir lo antes posible a un centro sanitario; utilizar guantes y mascarillas cuando se capturen animales, se manipulen o éstos se retiren o no permitir que los niños toquen animales muertos. Los responsables del servicio de atención sanitaria destacan que entre todos los afectados sólo un 0,5% no están curados o no evolución favorablemente con el tratamiento prescrito. La coincidencia de la plaga de topillos con el aumento de los casos de contagio de tularemia llevó a los sindicatos agrarios a relacionar ambas circunstancias. El contacto con topillos o ratones es una de las fuentes de contagio más repetidas en los casos reconocidos esta semana por la Junta. En algunas zonas de la provincia leonesa se ha demandado de las autoridades sanitarias más información sobre las consecuencias que para la salud pública puede acarrear la presencia masiva de ratones de campo, sobre todo ante la aparición de cuadros febriles que afectan a gran número de personas.