La sombra de las sospechas
Los abogados de la víctima sostienen que un súbdito rumano confesó ante la Policía Local que sabía «todo lo que le hicieron a aquella chica», pero cuando se le tomó declaración lo negó todo
«Es una falta de respeto». La familia Fernández Ameijeiras expresó ayer sus quejas por la inclusión en el programa de fiestas de Cabrillanes y de Quintanilla del espectáculo ecuestre que regenta la familia de uno de los imputados: «Es como si nos hubieran metido al enemigo en casa. Nos parece una falta de respeto total, porque nuestra hija estaba empadronada en Cabrillanes, es el pueblo donde estaba asentada y van y los meten allí. Es reírse de nosotros». «En otras zonas, no». A otros pueblos del valle de Laciana, no se atreven ni a entrar, porque si se presentan allí, los muelen a palos, pero aquí, van y encima les dan dinero. Estamos muy agradecidos a la alcaldesa de Cabrillanes, de verdad», manifestaron irónicamente. Disculpas y explicación. Lina Freire, alcaldesa de Cabrillanes, lamentó el malestar de la familia, pero explicó lo ocurrido: «Nuestra última intención hubiera sido molestar a la familia de esta niña, por supuesto. Sentimos profundamente lo que ha ocurrido, no queríamos ofenderles en absoluto, pero en nuestro descargo quiero explicar que desconocíamos por completo la relación con este asunto de los propietarios de la empresa que realizó el espectáculo». No hay prohibición legal. El Ayuntamiento recuerda que el hecho de que haya un familiar imputado por un delito, no prohíbe que se les contrate. «De todas formas, entendemos cómo se siente la familia de Rocío y les pedimos disculpas».