El consistorio retoma el proyecto para sacar del casco urbano las gasolineras

De los proyectos que se le quedaron en los cajones tras su salida de la Concejalía de Urbanismo debido a la moción de censura, Francisco Gutiérrez ha decidido rescatar una de las iniciativas que el equipo de gobierno del PP suspendió en los últimos años: el sistema concesional de estaciones de servicio, por el cual se eliminarán del casco urbano todos los surtidores -a excepción de la infraestructura que tiene El Corte Inglés en Eras de Renueva- y se asentarán en las salidas de la ciudad. La mecánica concebida hace que el Ayuntamiento sea quien controle el sistema concesional y fije los puntos en los que se situarán las cuatro nuevas gasolineras, que según el proyecto original estarán repartidas en coincidencia con los puntos cardinales: por el norte, en la carretera Asturias, por el sur, en la carretera de Villarroañe; por el este, en la salida de Carrefour en dirección a la futura autovía León-Valladolid; y por el oeste, cercana a Mercaleón. Estos suelos, conforme al método de concesión, no tendrán que ser propiedad de las empresas que obtengan una de las plaza en el concurso, sino que será la administración municipal quien se haga con los terrenos, cuyos propietarios recibirán a cambio, en vez del dinero por la expropiación, una parcela en un sector urbanizable. La idea, que viene contenida y regulada dentro del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), alcanzó en la anterior experiencia de mando socialista el trámite de adjudicación del «contrato de asesoría técnica», según recordó Francisco Gutiérrez, concejal de Urbanismo del consistorio de la capital leonesa, quien anunció que se ha iniciado de nuevo la tramitación para que el concurso comience «en el próximo semestre». La entrada en funcionamiento de este sistema generará recursos monetarios a la administración municipal y suplirá los servicios que prestan en estos momentos las gasolineras de San Francisco y Padre Isla -a la que ayer la Junta de Gobierno denegó la licencia que había solicitado para poder seguir en funcionamiento-, así como a la de Sáenz de Miera, que se mantiene parada en plena construcción desde hace casi tres años y sobre la que el Ayuntamiento mantiene un pleito con la empresa propietaria. Ninguna de las tres funcionará tras el desarrollo del concurso.