Asaja concluye que la tularemia va paralela a la plaga de topillos

Asaja asegura que, tras conocerse los casos confirmados de tularemia proporcionados por la Junta, «se pone de manifiesto que este sindicato se quedó corto cuando a finales del mes de julio apuntó que en ese momento había ya 200 casos de afectados en Castilla y León, ya que eran al menos 231 las personas las que en aquel momento padecían la enfermedad, teniendo en cuenta que los datos oficiales llegan con una rémora seis o siete semanas». La organización recuerda que a pesar de que la Junta debía conocer en julio la veracidad de los datos que facilitaba Asaja, «se nos acusó de alarmistas, queriendo, como ahora, ocultar los datos reales», denuncia la organización agraria. El sindicato asevera que con los casos confirmados se comprueba que la tularemia va detrás de la plaga de topillos: «Si en estos momentos el foco principal de la plaga se ha desplazado desde Palencia a la zona de confluencia de las provincias de Ávila, Salamanca, Valladolid y Zamora, se aprecia un creciente número de casos en estas provincias. En los datos de esta semana, Valladolid suma ya el mismo número de nuevos confirmados que Palencia. Y aparecen nuevos casos en León», concluyen. «Allí donde se desplaza la plaga avanza la enfermedad, por lo que vaticinamos que en las próximas semanas habrá más casos de tularemia repartida por las diferentes provincias de Castilla y León, y no centrada como hasta ahora en Palencia». Asaja observa que todo parece indicar que antes de finales de año estemos hablando de más de un millar de casos de enfermos de tularemia, «y mientras no se erradique totalmente la plaga, tendremos que acostumbrarnos a convivir con esta enfermedad». Por estos motivos, la organización agraria exige una vez más a la Junta que tome las medidas oportunas para acabar con la plaga, «porque ni queremos ser los paganos de la misma, soportando daños en nuestros cultivos, ni por supuesto queremos vernos obligados a sufrir la enfermedad que lleva aparejada, ya que muchos casos son de agricultores y ganaderos, y en su totalidad son de personas que vive en el medio rural, el colectivo al que desde Asaja defendemos». Mientras, un colectivo de cazadores ha presentado denuncia ante la Guardia Civil por el uso de veneno. Acompañan material gráfico que demuestra, según los cazadores, que se ha dispersado grano de cereal impregnado de clorofacinona a puñados, fuera de los recipientes habilitados, en entradas de madrigueras y por el suelo. El colectivo define la situación como un atentado ecológico.