Sólo uno de cada diez niños tiene plaza en guardería pública en León

El balance que resuelve la dotación de plazas de guardería pública en la provincia con respecto al número de nacimientos en los tres últimos años deja un porcentaje exiguo: nueve de cada diez niños en León se quedan fuera de la cobertura del servicio financiado con fondos salidos de los bolsillos de los ciudadanos leoneses, mientras que sólo uno encuentra alojo en los diferentes centros auspiciados por las subvenciones de los respectivos ayuntamientos y de la administración autonómica. La diferencia generada se traduce en la necesidad de un mayor desembolso por parte de los padres, que puede alcanzar más de 120 euros de diferencia entre los precios de una matrícula en una escuela infantil pública -en un caso de subvención media y no de las más bonificadas- y la factura que se debe abonar si el pequeño entra a formar parte de la nómina de alumnos de una instalación de carácter privado. En el caso de capital leonesa, el desfase generado en las economías familiares alcanza un grado significativo. Mientras que en las cinco escuelas infantiles, a las que se suma el aula habilitada en el colegio San Isidoro, el precio sin comedor arranca incluso en los 3,6 euros -cuando la plaza alcanza hasta una bonificación del 90%- y encuentra su media en los 36 euros, el mismo servicio en un centro privado asciende hasta los 180 euros. Esta tarifa en una instalación sin gestión pública puede llegar hasta los 250 euros si la estancia del pequeño va aparejada de la comida, muy por encima de los 72,40 euros que se cobran en las guarderías dependientes del consistorio por el mismo servicio. La situación creada hace que en el primer municipio de la provincia la oferta pública no cubra casi el 50% de la demanda explicitada, un porcentaje que se incrementa si se tiene en cuenta que muchos padres ni si quiera deciden echar la pertinente instancia para saber si sus hijos obtienen plaza y se acogen a los negocios privados.