Diario de León

La defensa del sospechoso insiste en que no hay pruebas y cree que tampoco se abrirá juicio

Citan a declarar de nuevo el viernes al imputado en la muerte de Sheila Barrero

Los padres de la joven se encadenan en un juzgado de Cangas «ante la pasividad de la justicia en el caso»

León

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Un joven lacianiego imputado como sospechoso de la muerte de la asturiana Sheila Barrero en enero del 2004 ha sido citado a declarar pasado mañana viernes, a partir de las 10.00 de la mañana, en el juzgado de instrucción de Cangas del Narcea para dar cuenta de la coincidencia entre las fibras de una cazadora suya y las halladas en una bufanda que se encontró en el coche que conducía la joven en el momento de ser asesinada. La acusación particular solicitó esta prueba a pesar de que, según el abogado que defiende al joven, el testimonio no cambiará en nada el rumbo de las investigaciones. De hecho, esta parte entiende que el caso está a punto de ser archivado por falta de pruebas y cree con total seguridad que no llegará siquiera a abrirse juicio oral, según informó ayer La Nueva España . Los letrados se habían quejado ya con anterioridad, en el mes de abril, de la existencia de una extraña llamada en relación con esta parte de la investigación. En respuesta a esta situación, los padres de la víctima decidieron encadenarse a las puertas del juzgado de Primera Instancia de Cangas del Narcea. Entienden que se está negociando un pacto para dejar en libertad al único inculpado por todo este asunto: «Todo esto va a servir únicamente para que el imputado se vaya de rositas. Ya no hay justicia, y aquí algo huele muy mal. Se están riendo de Sheila» se quejó la madre de la fallecida, según declaraciones recogidas por el rotativo asturiano. «La defensa del asesino de mi hija ha anunciado que no habrá juicio, y que a su cliente se le retirará en breve la imputación. Deberían explicarnos quiénes están metidos en todo este asunto y cuál es el premio que van a recibir por todo este teatro, que va a permitir al asesino de mi hija quedar en libertad sin cargos», manifestó la madre, siempre según la información referida. Sheila Barrero apareció muerta en el interior de su coche, asesinada de un disparo, en la madrugada del 25 de enero del 2004, en el alto de Cerredo, después de salir de trabajar en un pub de Villablino. Presentaba signos de violencia. «Todo esto va a servir únicamente para que el asesino de mi hija se vaya de rositas por un pacto previo» JULIA FERNÁNDEZ Madre de la víctima

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