| Análisis | Guerra de guerrillas |
Dispuestos a todo, sólo por fastidiar
La UPL se adentra en un nuevo proceso involutivo y van... Ahora es Otero el que ha roto la baraja. ¿Aguantará el partido?
Alguien que los conoce bien manifestó no hace mucho: «Estos acaban a tiros antes del siguiente congreso». Y vamos que los conocía. Otero, que diga lo que diga en rueda de prensa, no será el próximo secretario general del partido porque él mismo así lo ha decidido, se arrepiente ahora de haber permitido que Chamorro encabezara la lista al Ayuntamiento. Pero, ¿por qué? Primero, porque no le perdona que no le hiciera caso y colocara a Abel Pardo de tres en su lista al Ayuntamiento por encima de Alejandro Valderas. Y, después, porque el hoy vicealcalde le rompió su estrategia, la que tenía pactada con el Partido Popular y que, según Otero, encumbraría a la UPL. Una estrategia que pasaba porque la UPL se quedara con la alcaldía de León, incluso en contra de la opinión pública, que se había manifestado en las urnas claramente a favor del PSOE. Y todo con el beneplácito del PP. Un PP al que le importaba poco quién fuera alcalde, él sólo quería fastidiar al presidente Zapatero y que en su ciudad, en su tierra, el alcalde no fuera socialista. Para ello, los populares estaban dispuestos a todo, sólo por fastidiar. ¿Un ejemplo? Desde Valladolid, desde la propia Junta, el PP garantizó a Otero la financiación al 100% del Palacio de Congresos de León; sí, sí, él mismo para el que públicamente no están dispuestos a aportar más allá del 40%. Ésta sería sólo una de las múltiples obras que aseguraban iban a financiar, porque los populares lo daban todo a cambio de nada, sólo por fastidiar... a Zapatero. Solamente un consejo: señores del PP, inviertan ustedes todo eso en León y ya verán como dentro de cuatro años no necesitan ni a Otero ni a la UPL para arrebartarle la alcaldía de León a Zapatero. Pero, todo esto fue bonito mientras duró y duró el tiempo que Chamorro tardó en decir no. Y mira que le macharon, presionaron e insistieron, pero se mantuvo firme y rechazó el bastón de mando. ¿Por qué? El hoy vicealcalde tenía pánico a la reacción de los leoneses. Él vivió la moción de censura Amilivia-De Francisco y sabe cómo tuvieron que salir del pleno y no estaba dispuesto a pasar por eso. «Cómo voy a ser alcalde con tres concejales, salgo a la calle y me apedrean», decía Chamorro a Otero, quien le replicaba: «En cinco días se olvidan y te están alabando». Curioso mensaje, porque era el mismo que mantuvieron Amiliva y De Francisco después de la moción de censura. «Esto la gente lo olvida en tres días». Craso error, la gente nunca olvida. ¿Y ahora qué? Salvo algún enredabailes con mechero, tres hombres se perfilan como los grandes valedores del partido: Javier Chamorro, Lázaro García Bayón y Abel Pardo. Perdón, el orden es incorrecto: Abel Pardo, Lázaro García Bayón y Javier Chamorro. ¿Y Rubinat? «Rubinat ya no es nadie en el partido».