Recuerdo a los olvidados
La Asociación de Estudios sobre la Represión en León presentaron el Espacio Memorial de Cabreros del Río, que recordará a todas las personas que fueron asesinadas en el sur de la provincia
La Guerra Civil española para muchos es una mancha en la historia del país que no dudarían en borrarla. Más aún si entre las miles de víctimas que murieron en el campo de batalla se encontraba algún familiar. En esta ocasión, la Asociación de Estudios sobre la Represión en León -Aerle- han presentado oficialmente el Espacio Memorial de Cabreros del Río, que recordará a las personas que allí fueron asesinados por la represión franquista. La ubicación de este monumento no ha sido una elección aleatoria. En los alrededores de Jabares de los Oteros se encuentra un monte de encinas que durante los años de la guerra sirvió de refugio para los repúblicanos. En este monte se encuentra la conocida Caseta de las Torturas . Desde allí, el bando nacionalista decidía qué pueblo atacar en cada ocasión y, era donde los republicanos sufrían sus últimas torturas antes de ser fusilados. «Entre el 36 y 39 fueron numerosos los cadáveres y las tumbas que se encontraron en este monte. En el registro civil había numerosos cadáveres sin identificar. Eran muchos los que se acercaban al municipio para ver si se podía identificar alguno de ellos. Por suerte tengo constancia de que de mi municipio no asesinaron a nadie», explica Matías Llorente, alcalde de Cabreros del Río. Además del monte de los jabares, cruzando el río se encuentra el Pozón, donde los represaliados de espaldas al río eran fusilados para perderse en las aguas. Dos lugares que han marcado la historia delsur de la provincia de León. Los más viejos del lugar recuerdan aún hoy aquellos amargos días. «Todavía quedan algunos cadáveres y muchos saben donde están algunos, aunque son anónimos», explicaba Llorente. El objetivo de este espacio memorial es rendirle homenaje a todos aquellos represaliados de la Guerra Civil, zanjar una historia y dar un recuerdo a todos los que en su día no lo tuvieron. «El fin es rescatar del olvido la represión de los años de la guerra y reconocer a todas estas víctimas», explica María Encina Cendón, miembro de Aerle. La escultura, obra de Jesús Pombo de los Arcos, es un monolito, formado por dos cilindros verticales que «sugieren a una persona», como explicó su autor, y una mano hueca que simboliza la ausencia de esas personas. Debajo de la mano, una placa donde irán inscritos todos los nombres de las víctimas del sur de León. «Queremos decir a todas las familias de alguna víctima fusilada por esta zona que se pongan en contacto con nosotros porque queremos incluir su nombre en este monumento», explicaron desde la asociación. Antes de que finalice el año se crearán dos nuevos memoriales que se ubicarán en las localidades de Carrocera y Valverde de la Virgen y que representaran a más de 60 víctimas cada una de ellos. Así mismo, la asociación está llevando a cabo la grabación de un documental sobre los asesinados por la represión franquista durante la guerra. Sin duda, con estos homenajes los familiares de estas víctimas recordadas podrán correr el tupido velo que les dejó la historia española entre los años 36 y 39.