La rehabilitación de León Oeste costará más de 39 millones de euros

Acabar con la «imagen general de territorio torturado», mejorar las condiciones de vida de los habitantes y potenciar los valores de los barrios afectados es el objetivo global del Área de Rehabilitación Integral (ARI) de León Oeste, cuyo expediente se inició ayer, según anunció el alcalde de León, Francisco Fernández. El proyecto tiene un plazo de ejecución de quince años, durante los cuales se afrontará la rehabilitación de 3.500 viviendas. El coste total de la mejora supera los 41 millones de euros, ya que los particulares deberán aportar en conjunto 1,75 millones de euros. A estas actuaciones habrá que sumar otros 15,75 millones de euros, correspondientes a las actuaciones que se llevarán a cabo en los espacios exteriores. El proyecto será financiado por el Ministerio de la Vivienda y la Junta de Castilla y León, además del Ayuntamiento. Compleja y problemática Las actuaciones se llevarán a cabo sobre los barrios de Pinilla y Quevedo, así como sobre la zona de la Azucarera, las calles Gumersindo Azcárate y García Bellido y el área de Armunia y Trobajo. Espacios que el proyecto del ARI considera como una de las aglomeraciones urbanas más «complejas y problemáticas que existen en la estructura de León». La margen derecha del río Bernesga está marcada por una «compleja infraestructura ferroviaria, que la atraviesa de norte a sur»; mientras que al suroeste se localizan Armunia y Trobajo, «con unas difíciles condiciones territoriales de base para integrarse, en una estructura urbana racional, con el núcleo de la ciudad de León». La mezcla de «muchas cosas, muchos usos y muchos intentos de conseguir acercarse a la modernidad urbana» ha generado una «imagen general de territorio torturado» que según el Ayuntamiento no debe llevar al pesimismo, sino a encontrar y potenciar los «innumerables valores» que tenga. Mejores condiciones El programa ARI pretende mejorar las condiciones de vida de los habitantes de estos barrios leoneses, reparando por un lado las condiciones de imagen urbana (fachadas, accesibilidad, estanqueidad frente a la lluvia y reducción del consumo energético mediante envolventes térmicas); y por otro reurbanizando para «hacer de estos barrios un espacio urbano sostenible, amable para los peatones, accesible, dotado de elementos verdes y zonas de descanso,...». Las prioridades de actuación contemplan por un lado la rehabilitación o renovación en edificios calificados como de «deterioro extremo o ruina», cuya presencia incide negativamente en la zona «generando fenómenos de decadencia y degradación del entorno». Por otro lado, se renovarán los edificios abandonados o desocupados; y por último se realizarán obras en elementos comunes de las edificiaciones con «deterioro medio», con especial atención a las mejoras en accesibilidad y en la reducción del consumo energético. El proyecto del ARI recuerda que la financiación pública debe contemplarse desde una perspectiva temporal amplia, y «desde luego superior a los años de financiación que podrían ser aplicados en actuaciones» según los actuales planes de ayudas tanto del Gobierno como de la Junta.