La retirada del paso a nivel del Crucero contribuirá a la incorporación con el núcleo de la ciudad
Los vecinos de León Oeste esperan que larehabilitación les saque de la marginalidad
Las numerosas e incumplidas promesas de los dirigentes les mantienen escépticos al proyecto del ARI
Para los vecinos de León Oeste, sus barrios están viejos, muertos y olvidados. Teoría apoyada desde el Ayuntamiento y, que a su juicio, llega a merecer el calificativo de «territorio torturado». El paso del tiempo, la dejadez de particulares y dirigentes, a lo que se suma el paso a nivel del Crucero y la intromisión de las vías ferroviarias en la vida urbana, son las causas de que los territorios que comprende León Oeste estén «marginados» del núcleo de la ciudad de León. En su mayoría, sus ciudadanos miran con cierto recelo el proyecto del Área de Rehabilitación Integral (ARI) de León Oeste, anunciado la semana pasada, ante las promesas, para ellos incumplidas y paja para uso electoralista, que desde hace años la sucesión de ediles por el consistorio les ha regalado. «Todo son mentiras y milongas. Habrá que verlo para creerlo. De lo que dicen a lo que hacen... no me creo ni la cuarta parte», sentenció Sole, propietaria de una cafetería en el barrio del Crucero. Al mismo nivel del centro Sin embargo, la voluntad de los ciudadanos de los barrios de Pinilla y Quevedo, la zona de la Azucarera, las calles Gumersindo Azcárate y García Vellido, y el área de Armunia y Trobajo, acoge con esperanza la inminente ejecución de una primera fase que reparará 500 viviendas hasta el 2009, aunque para ver la rehabilitación de las 3.5000 tendrá que aguantar hasta el 2022, equiparando estos barrios con los más céntricos de León, tanto en imagen como en accesibilidad. «Es necesario mejorar la estética de las calles y las fachadas porque El Crucero está muerto», definió el dueño de la floristería Anttoni. «Si llegaran a hacer esa rehabilitación estaría muy bien para la zona, pero lo que hace falta es que lo hagan», comentó con cierto escepticismo un jubilado que vive en Párroco Pablo Díez, enfrente del edificio Faro. Mientras, dos vecinos desde hace más de cuarenta años del Crucero mostraron más confianza en el proyecto: «Si han dicho que lo van hacer, lo harán», y añadieron que el único problema de su barrio es que «se ha hecho viejo». La rehabilitación de León Oeste pretende mejorar las condiciones de vida de los habitantes de estos barrios leoneses, reparando por un lado las condiciones estéticas -fachadas, accesibilidad, estanqueidad frente a la lluvia y reducción del consumo energético mediante envolventes térmicas- y por otro, reurbanizando para hacer de estos barrios un espacio urbano sostenible y accesible, además de agradable para sus vecinos con espacios y zonas de descanso. Las prioridades de actuación contemplan dos líneas de trabajo. Por un lado, la rehabilitción o renovación de edificios calificados de deterioro extremo o ruina, cuya presencia incide negativamente en la zona. Por otro lado, se renovarán aquellos edificios abandonados o desocupados; y en último lugar se realizarán obras en elementos comunes de las edificaciones con deterioro medio, con una atención especial a las mejoras en accesibilidad. El proyecto del ARI recuerda que la financiación pública debe contemplarse desde una perspectiva temporal amplia. «Todo son mentiras y milongas. Habrá que verlo para creerlo. De lo que dicen a lo que hacen... no me creo ni la cuarta parte» SOLE Propietaria de una cafetería