«León no corre peligro de sufrir apagón eléctrico»
«No es cierto que León pueda sufrir un apagón eléctrico. El pasado 23 de agosto REE, Iberdrola y Unión Fenosa negaron esta posibilidad, afirmando que la provincia disponía de infraestructura eléctrica adecuada para evitar costes graves de suministro. De hecho, la economía leonesa exporta más de un 80% de su producción eléctrica a otras regiones», comenta el profesor Lago. Un nivel de exportación que en su opinión contradice el argumento utilizado por el distribuidor eléctrico de que la línea Sama-Velilla favorecerá la industrialización de León. «Es una tomadura de pelo. Durante décadas el balance energético leonés arroja cifras de producción muy superiores a su consumo, sin que ello haya favorecido la instalación de grandes empresas consumidoras de kilowatios. No disponer de esta línea no merma el atractivo empresarial de la provincia, declaraciones de este tipo son una mayúscula falsedad». Más allá de las razones económicas, Julio Lago advierte de las repercusiones técnicas y medioambientales de este proyecto, que en su opinión juegan también claramente en contra de su ejecución. «Las dimensiones del proyecto son gigantescas. Torres d euna altura superior a 50 metros, equivalentes a un edificio de veinte pisos, se situarán cada 400 metros a lo largo de 120 kilómetros. 90 de ellos en la provincia de León, lo que implica instalar un mínimo de 300 torres metálicas de una altura muy superior a la que conocemos. La repercusión en el medio físico sería brutal, al margen de cuestiones como las ondas electromagnéticas o el pasillo que destruiría a su paso». El resultado de construir la línea sería «un territorio muerto. La construcción asestaría un duro golpe, irreparable, al medio natural, el principal recurso económico que le queda a la montaña central leonesa para combatir la grave crisis ganadera y minera que sufre desde hace quince años», comenta Lago.