El vicealcalde elude polemizar y asegura que su intención no era la de meterse con los bercianos

La polémica entre León y el Bierzo, suscitada tras la inclusión de las singularidades de la comarca berciana en el Estatuto de autonomía, sin que se registrara el término de birregionalidad en el articulado, parece quedar cerrada después de que el vicealcalde de León y portavoz de la UPL en el Ayuntamiento, Javier Chamorro, reconociera ayer que él nunca quiso entrar en polémicas y que su intención era sólo la de que se aceptara una realidad histórica que afecta directamente a la provincia. «Creo que se mal interpretaron mis palabras porque mi ánimo no era meterme con nadie», justificó el leonesista, quien aseguró que lo que él dijo es que «es un sinsentido que se acepten las peculiaridades de una parte sin tener en cuenta las del conjunto», pero «no estoy en contra, me parece estupendo y lo apoyo», puntualizó, no sin antes aclarar que no quiere que se le quite al Bierzo esa mención, aunque también tiene que «aparecer el del Reino de León, porque en la bandera de España -reiteró- hay un castillo y un león», finalizó. Peligra un pacto Tras las declaraciones de Chamorro, el responsable del Mass, Ángel Escuredo, que las criticó duramente, aseguró que el pacto con la UPL en el Bierzo depende de la continuidad de su secretario general, Joaquín Otero, por lo que la coalición pende de un hilo, ya que se cuestiona su liderazgo tras las fricciones que mantiene con el vicealcalde después de la firma del acuerdo de gobernabilidad en el Ayuntamiento de León.