Las cocinas de León renuevan los pinchos
Durante los próximos ocho días sesenta bares y restaurantes de la capital participan en la semana de la tapa, una costumbre leonesa que permite mostrar los nuevas ideas de los cocineros
La tapa, esa costumbre tan leonesa de acompañar al vino con un pincho, se viste de largo durante los próximos ocho días. La típica oreja en su salsa se cambiará esta semana por un rollito de cecina de mar, y la clásica patata ali olia se transformará en una mermelada de pimientos de Fresno con trocitos de queso de cabra. Sesenta cocinas de León colocarán las alacenas para sorprender a clásicos y visitas con nuevos guisos, con platos renovados para honrar al Santo Froilán, patrono de la diócesis de León. De los mandiles, impecables, colgarán las secretas recetas de una morcilla confitada con reducción de prieto picudo sobre crujiente de cecina o de un ravioli de picadillo con salsa de callos a la leonesa. Los libros de visita se rellenarán de sensaciones, de sabores y de gratitud y reconocimiento. Así, volver y repetir para degustar la creatividad y el ingenio de la restauración leonesa ocurrirá esta semana, pero tomar cada día una ruta para conocer los bocados que la semana de la tapa ofrece, será otra alternativa. Las rutas además pueden alternarse con diferentes barrios de la capital y así se puede tomar una sangrecilla guisada por el casco histórico de la ciudad y luego rematar la jornada en la zona de Santa Ana con una hamburguesa de lechazo. O bien, se puede tomar un foie bierzo style en la nueva era de renueva y acercarse despues hasta La Chantría para probar un buñuelo de morcilla y patata y un pastel de trucha con cangrejo de río y huevas de salmón sobre tosta de maíz. Y no solo esta semana las cocinas echarán humo, las bodegas también remozarán los cántaros y subirán los mejores caldos para que las a las viandas no les falte de nada en estas fechas tan señaladas. El Bierzo y los Oteros estrecharán lazos en muchos manteles, el tinto y el clarete animarán la escogida mezcla de sabores. Una semana para saborear las nuevas propuestas de la restauración leonesa, ocho días para disfrutar del arte gastronómico amasado con dedicación e ilusión, en definitiva una cálida manera de acercarse a los productos de la tierra. Una riqueza que junto a la cultura gastronómica propicia que hoy en día la cecina, o la morcilla sean algo más que un alimento y signifique para muchos paladares el deseo de compartír momentos y finales felices, pero para ello nada mejor que algo de postre, las rosquillas de San Froilán es una buena propuesta. La octava muestra de arte floral, Ciudad de León fue inaugurada ayer por la presidenta de la Asociación de Floristas de León (Aleflor), María José Díaz y el concejal del PP, Julio Cayón. Con mucha puntualidad, a las 12.30 horas la muestra quedó inaugurada con el tradicional corte de cinta. Desde ese momento, en el patio interior del Palacio de los Guzmánes se pudo disfrutar de diversas estructuras florales hechas con numerosos materiales comunes como el cartón o el alambre, además de miles de flores. Todos juntos han formado una explosión de emociones, sentimientos y en definitiva un espectáculo floral compuesto de diferentes grupos de trabajo en el que se combinan distintos colores y materiales. «El objetivo de esta muestra es que los ciudadanos leoneses así como todos los visitantes, conozcan y vean en las flores algo diferente a lo que están acostumbrados», manifestó Díaz. En su realización han participado las 40 empresas floristeras de toda la provincia de León que forman parte de la asociación y que han dedicado dos días completos para su composición. La muestra, acto que forma parte del programa festivo de las fiestas de San Froilán, estará presente durante todo el día de hoy para que los leoneses puedan disfrutar de este espectáculo floral. Al igual que en años anteriores, en esta ocasión se espera recibir una afluencia de público que ronde los 20.000 visitantes.