Los pendones ondean para olvidar sus batallas
Más de 90 localidades de la provincia lucieron 117 estandartes por las calles de la capital
La lluvia amainaba mientras un cielo gris abría tímidamente sus puertas para dejar paso a una de las tradiciones más arraigadas de la provincia. Los datos de participación de la exhibición de pendones que, con motivo de las fiestas de San Froilán, recorrieron las calles de la ciudad no dejan lugar a dudas sobre el interés que suscita un evento que fue testimonio de pugnas medievales pero que hoy es ya una cita para el orgullo de los paisanos de cada pueblo. Al final, 110 pendones y 32 pendonetas, en representación de 93 localidades, recorrieron un callejero capitalino entre un pasillo humano que miraba al cielo, donde se fundía la tela de las enseñas culturales con una bruma plomiza que no consiguió enturbiar la lucha particular de unos pendonistas contra sus pendones, que en algunos casos pueden llegar a pesar hasta cuarenta kilos desde una vara de trece metros de altura, la más alta. Paso a paso, pintaban de un crisol cromático (dominan los rojos y los verdes) la riqueza que atesora al pueblo al que representan, afanados en ganar una batalla más: vencer al olvido y a la indiferencia de los leoneses. Ayer lo consiguieron; la plaza Mayor era a la una de la tarde un hervidero de gente resguardada bajo el paraguas de unos soportales desde los que se miraba al pasado sin olvidar al presente. Aunque no pudieron ofrecer el ritual del baile porque las telas, algunas de más de cien años de antigüedad, sufren con el agua, la celebración concluyó con la entrega de un premio, por parte de Caja España, a Velilla de la Reina, por un distintivo de vara espectacular que culminaba en una bandera cuidada y en un porte rítmico acompañado por unas notas musicales que ayudaban en la liturgia. Los carros y sus mejores galas A la misma hora, los carros engalanados, subidas en ellos las mozas, fijaban la vista de los más pequeños. Y en el empeño de sumar enjundia, la plaza de San Martino parecía una fotografía de una época en la que las imágenes se pintaban sobre fondo blanquinegro . Tras finalizar el recorrido, los mejores carros permanecerán en exposición hasta el 4 de octubre para que nadie se pierda la belleza de un conjunto de animales, madera y flores.