La UPA analiza en una jornada las circunstancias de la mujer en el campo
Más de la mitad de las jóvenes quiere emigrar del mundo rural
El porcentaje contrasta con el de los chicos, que elijen salir de su pueblo en un 37% de los casos
La mayoría de los estereotipos sobre la mujer rural no se corresponden con la realidad, porque la imagen que se difunde en el conjunto de la sociedad es muchas veces la más negativa de lo que sucede en el campo. Así se ha puesto de relieve durante la jornada sobre mujeres rurales y medios de comunicación, organizada por la asociación Hiedra con el objetivo de contrarrestar los estereotipos sobre la mujer en el medio rural. La profesora de Geografía Milagros Alario, miembro de la Cátedra de Género y del curso de postgrado sobre Igualdad de Oportunidades de esta institución académica, abrió las conferencias y debates de esta jornada de la Asociación de Mujeres Rurales Hiedra, ligada a la organización UPA. Las mujeres en el medio rural, según los estereotipos más extendidos, son «pocas, envejecidas, matriarcas de familias numerosas, amas de casa tradicionales, con bajo nivel cultural y poco innovadoras». Al respecto, Milagros Alario explicó, en su intervención en la jornada, que las mujeres son «cada vez menos» en los pueblos pequeños, porque «la poca gente que sale del medio rural, son mujeres» en su mayoría y los pocos hombres que quedan «ya no se van» como sucedía hace algunos años. Una encuesta ha relevado que más del 53 por ciento de las jóvenes del medio rural está dispuesta emigrar, el porcentaje más alto de toda España, frente al 37,5 de los jóvenes. La profesora descartó que las mujeres de los pueblos estén más envejecidas que en las ciudades, ya que en los núcleos urbanos hay más mujeres mayores de 80 años, principalmente porque necesitan asistencia en residencias de ancianos. Hogares, dedicación, estudios Otra imagen, la de familia numerosa, «es de hace tiempo, pero en este momento no es así», puesto que el 28 por ciento de los hogares en pequeños pueblos, de menos de 20.000 habitantes, son «unipersonales», otro 28 de dos personas y solo el 10 por ciento tiene cinco o más miembros. Asimismo, la labor de ama de casa en exclusiva en el medio rural es similar al urbano, con la particularidad de que además en el campo las mujeres «hacen un trabajo invisible» en la agricultura y sobre todo en la ganadería, porque no cotizan en la Seguridad Social agraria, salvo el caso excepcional de la provincia de León. Incluso en muchos casos es la esposa la que gestiona las cuestas o las solicitudes de ayudas de una explotación agraria, aunque el titular sea el marido. El estereotipo del bajo nivel cultural «es completamente incierto», según la conferenciante, ya que del 60 por ciento de las mujeres rurales tiene estudios de segundo grado. «La poca gente que sale de los pueblos son mujeres; lo pocos que se quedan, hombres» MERCEDES ALARIO Profesora de Geografía