El contagio que corre junto a las autovías
Los ayuntamientos alertan de la complicación de la medida, costosa ante la expansión de las especies señaladas
La última medida dispuesta por la Junta de Castilla y León contra el fuego bacteriano en la provincia leonesa cumple con las expectativas que mantienen representantes del sector agrario. «Es decisivo que se acometa cuanto antes el arranque de las rosáceas que hay en la mediana de la autovía a Sahagún; a lo mejor ya es tarde para aplicar esa actuación», supone Matías Llorente desde el sindicato Ugal, que reclamó desde agosto que se actuara contra las plantas ornamentales «el foco más peligroso del contagio del fuego bacteriano». Los ayuntamientos dudan de la posibilidad de hacer efectiva la medida que les ha encomendado el servicio territorial de Agricultura de la Junta en León. Varios representantes de los municipios que han recibido la misiva aluden a «la limitación de competencias», sobre todo para entrar en jardines particulares para ordenar el arranque de las especies señaladas como transmisoras de la bacteria erwinia amylovora. «Algo que debe acometer el servicio de sanidad vegetal de la Junta», sugieren. Financiación explícita Las entidades locales también se apresuran a pedir a la Junta financiación explícita para hacer frente a la orden de arranque de las plantas ornamentales. «Eso lleva un coste, igual que el proceso que se ha podido iniciar para eliminar los árboles frutales dañados», aclaran desde los ayuntamientos. Las plantas señaladas en este nuevo plan de la Junta para reducir el fuego bacteriano ocupan extensiones importantes. Autovías, límites de acequias o zonas ajardinadas privadas son testigo de ello.