Una vuelta al ruedo sin tregua para los sentidos
La Feria de los Productos de León atraerá durante el puente a miles de visitantes en busca de viandas y caldos
Remolacha escabechada en vinagre de frambuesa, salsa de tomate con boletus, cebolla confitada en vinagre, pisto con boletus y pleurotus ostreatus... Delicatessen ideadas desde los pueblos situados en la falta del Teleno por las mujeres que integran la cooperativa de productos agrarios. Visi, quien asegura que hoy ya tendrán en la feria sus famosas frambuesas, cree que este tipo de citas son fundamentales para darse a conocer y contactar con los mercados. «El boca a boca va muy bien». Adentrarse en la plaza de toros este puente supone una llamada a los sentidos, la activación del olfato, el gusto, la vista, el tacto... El ahumado de los embutidos, el picante del picadillo, la cebolla de la morcilla, los caldos blancos y tintos, los dulces y su azúcar... todo llega a la nariz al unísono en un paseo por el coso. Vinos, hortalizas, legumbres, mieles, dulces, helados, lácteos, carnes del norte, sur, este y oeste de la provincia se dan cita en un mercado que busca el acercamiento directo a los consumidores de León y su alfoz, contactos profesionales con los mercados y distribuidores y una fiesta para los sentidos. Orujos de todos los frutos del Bierzo y también de Santibáñez del Bernesga, miel de brezo de las colmenas de la maragatería, la Cepeda Alta o Almanza, vinos con denominación de origen, pan artesano y decenas de dulces para los más golosos paladares: ciegas, sequillos, nicanores, imperiales, roscas, pastas de almendra, chocolates, mantecadas, hojaldres... Legumbres para todos los potes y cazuelas: alubias, garbanzos, lentejas... y quesos de todos los rincones y procedencias: cabra, oveja, vaca. Al lado de los productos más íntimamente ligados a la agroalimentación leonesa, también delicatessen del conejo, que venden principalmente en las comunidades catalana y valenciana, donde esta carne es muy valorada y apreciada. En el stand una exquisitez cuya receta data del siglo XIV: el busaque de conejo, un estofado con castañas, setas y verduras. Además, de confit, paté y otras delicias. En la pasada edición, la Feria de los Productos de León sobrepasó los 50.000 visitantes, una cifra que este puente confían en superar los organizadores. Una cita que propicia el acercamiento de los leoneses a la tradición alimentaria más genuina de la provincia con productos directamente llegados del área rural y sobre los que sus habitantes confían en labrar su futuro unido a gastronomía y turismo.