«León no tiene ninguna posibilidad de ser autonomía a corto plazo»

Asegura marcharse con el deber cumplido, después de 12 años como secretario general de la UPL, y con esa tranquilidad que le da el trabajo realizado, Joaquín Otero (Ponferrada, 1963) no duda en afirmar que la UPL se ha estancado y no sigue el rumbo que a él le gustaría y que ahora califica como «moderado y constructivo». -A un escaso mes de dejar la secretaría general de la UPL, ¿qué diferencias hay entre el partido al que usted llegó en 1995 con el de hoy? -Cuando yo entré en el partido, la UPL estaba todavía en la fase de crecimiento, en plena juventud y tenía todo un mundo por delante. Era un partido con una gran proyección y con grandes expectativas. -¿Ha perdido ya esas expectivas y esa proyección? -A partir de unos años para acá el partido se ha estancado. Lo que podía haber sido un partido de gobierno para ganar elecciones se ha quedado en un partido para dar caña en Valladolid, es decir reivindicativo en las Cortes de Castilla y León, y un partido que intenta ser llave en las instituciones, pero no ganar elecciones. Yo creo que ahí es donde el partido ha tenido su gran oportunidad y la ha perdido y se ha quedado en un partido que, por ser llave y bisagra, puede coogobernar pero que díficilmente puede llegar a ganar elecciones. Esto es lo que a mí menos me gusta. Yo quería que la UPL fuera un partido regionalista, pero que aspirara a ganar elecciones y a gobernar. -Los culpables de esta situación son ustedes, los políticos que forman la UPL. -Hay parte de culpa nuestra, y debemos ser autocríticos, pero también hay una parte que se ve condicionada por nuestro territorio político, que no permite ir más allá. -Explíquese. -Vamos a ver. Por una parte, la UPL pelea en León con dos grandes colosos, el PP y el PSOE, que de entrada parten con mucha ventaja sobre nosotros, de todo tipo: económica, mediática, etc... Además, la UPL ha tenido el problema añadido de la implantación territorial, que le ha impedido crecer como ese gran partido que a mí me hubiera gustado que fuera. -¿Cómo el PNV o CiU? -O alguno más. En España los grandes partidos regionalistas lo son en el ámbito de una comunidad autónoma, pero aquí por razones obvias no podemos ser defensores de la comunidad autónoma, pero como mínimo deberíamos esperar el respaldo total de la provincia, pero la UPL se presenta en una provincia donde en una parte de ella, la comarca del Bierzo, ha costado mucho trabajo entrar, a pesar de que hemos puesto todo de nuestra parte, incluso yo fui candidato al Ayuntamiento de Ponferrada. Esta situación nos ha abocado al alcanzar coaliciones, algo que hicimos para las últimas elecciones. Por tanto, el ámbito territorial en el que actúa la UPL es muy pequeño, está reducido prácticamente a León capital. -¿Y dónde queda la autocrítica? -Hombre, es verdad que no siempre hemos hecho lo que los ciudadanos y lo que nuestros votantes esperaban de nosotros y las encuestas que manejamos antes de las elecciones, muy buenas por cierto, nos daban las claves de por qué no se vota a la UPL y que se pueden resumir en que no hemos mantenido una línea definida en cuanto a la política de pactos y, muchas veces, esos cambios en materia de pactos a la gente les ha desorientado y despistado. -¿Quiere usted decir que se han equivocado los concejales de la UPL en León al pactar con el PSOE? -Clarísimamente sí. Yo creo que es una equivocación haber pactado con el PSOE en León. Si se pensase que no había que pactar con el PP, la mejor opción habría sido dejar que el Partido Socialista gobernase en minoría, como la lista más votada, y nosotros en la oposición, como mínimo hasta ver qué pasa en las elecciones generales de marzo. Eso hubiera sido a mi juicio lo más acertado. -Pero no es menos cierto que usted quería pactar con el PP. -Sobre el posible pacto con el PP a cambio de la alcaldía tendría que estar condicionado a los compromisos, a la letra escrita, a los proyectos y al dinero. Si a mí me garantizan un respaldo económico muy importante por parte de la Junta para un alcalde de la UPL en León, yo sigo manteniendo que la primera opción hubiera sido que la UPL tuviera la alcaldía, pero con apoyo y compromisos económicos para León. -¿Y qué le hace pensar que la Junta iba a comprometer dinero para un Ayuntamiento que ni siquiera gobernaría? -No lo podemos saber, porque nunca nos llegamos a sentar a tratar de cerrar un pacto. No pasó más allá de que el PP nos propusiera la posibilidad de darnos la alcaldía y, a partir de ahí, comenzar a hablar de dinero y de compromisos. Esto no se dio porque Javier Chamorro no quiso asumir la alcaldía con tres concejales y ahí acabó todo. -Usted que tanto habla de los leoneses y lo que piensan y sienten, ¿cree que habrían entendido este pacto con el PP? -Lo que sí creo es que hasta que la UPL no gobierne la gente no nos va a ver como un partido grande. -¿Cree que la decisión de Chamorro fue personal o movido por otras personas? -Yo creo que Javier Chamorro es un hombre de convicciones personales. Él me dice que respeta mis opiniones, pero que cree que ha hecho bien pactando con el PSOE, a lo que yo le respondo que también respeto sus opiniones, pero que creo que ha hecho mal al cerrar ese pacto con los socialistas. Pero uno y otro actuamos por convicción personal. -¿Es usted de los que piensa que el PSOE fagocitará a la UPL con este pacto? -Sí. -¿Por qué? -Porque lo dice la regla general. La experiencia como partido, nuestra y de otros pequeños que apoyaron gobiernos de partidos grandes, es que normalmente estos partidos han salido debilitados de estos pactos. Intentaremos que no suceda, pero... yo creo que sí va a suceder. Además, los mejores tiempos de la UPL siempre se han dado cuando peor le ha ido al Partido Socialista. -Javier Chamorro asegura que hacer política desde las Cortes y sin responsabilidad es muy fácil y que le gustaría verle a usted como concejal de su grupo en el Ayuntamiento de León. -Quizás algún día. En cualquier caso, es posible que si yo fuera Javier Chamorro hoy sería alcalde de León y él me vería no como concejal sino como alcalde, lo que él no quiso ser. Cada puesto tiene sus dificultades y sus aspectos gratos. En el Ayuntamiento tienes la cercanía con la gente y el poder hacer favores a la gente y solucionarles sus problemas. Yo, en cambio, paso muchas horas en la carretera y, además, muchas de las cosas que pido, por el mero hecho de ser yo quien las pide, no me las conceden. Insisto cada cosa tiene su complicación. -¿Se arrepiente de no haber sido el número 1 por la UPL al Ayuntamiento de León? -Es verdad que se planteó y Javier Chamorro lo sabe, pero yo siempre he respetado en política el principio de no acaparar cargos y, como a mí me motivaba y me sigue motivando el ser procurador, lo que quería era encabezar la candidatura autonómica; por eso descarté el Ayuntamiento de León. Por eso no me arrepiento, porque además Javier Chamorro es el que tenía que ser, aunque no esté de acuerdo con lo que ha hecho después. Él fue quien tiró del carro cuando De Francisco pactó con el PP y, sólo por eso, lo sensato es que fuera él. -Con ese discurso, también Alejandro Valderas debería haber sido el número tres y no Abel Pardo. -Eso ya depende del número 1, pero sí es cierto que con ese discurso lo razonable es que Alejandro Valderas hubiera sido el número tres y, con este mismo discurso, digo que con él se cometió una injusticia. -¿Se atrevería a afirmar con rotundidad que la UPL está unida en estos momentos? -No, porque no lo sé. Lo vamos a ver después del congreso. Lo que sí hay son discrepancias de criterio importantes. -¿Cómo ve el futuro de la UPL y del leonesismo? -Yo creo que a estas alturas el leonesismo es un sentimiento presente en la mayor parte de los leoneses, pero debe traducirse en un leonesismo moderado y constructivo. La frase «La Junta de Castilla y León nos roba...» ya no vale porque con eso no conseguimos que nos den más. Lo que debemos decir es: «Vamos a pedir a la Junta de Castilla y León que nos dé lo que no nos ha dado y que nos corresponde». Son distintas formas de decir y ver las cosas, con un mismo fin. Yo creo que la gente en política quiere la moderación y que los políticos sean constructivos, porque a los leoneses más que el tener una comunidad autónoma les preocupa que la sanidad funcione, tener una guardería cerca de casa, un buen transporte público y que sus hijos tengan trabajo; en definitiva, su propio bienestar y el de los suyos. -Parece que se ha hecho mayor de repente. ¿Realmente cree que con esa moderación de la que habla la UPL le va a arrancar algún voto a los dos grandes partidos? -Sí, porque que los leoneses son en su inmensa mayoría moderados y por ahí es por donde les podemos arrancar votos al PP y al PSOE. Si nos radicalizamos tendremos el voto del 1% de la población, porque ese es el porcentaje de población que se considera leonesista radical. Quiero hacer del leonesismo moderado y constructivo una marca, una bandera; así que yo soy leonesista moderado y constructivo. -Y el resto... ¿radicales? -No. Son personas con un planteamiento más agresivo en contra de la comunidad, una estrategia que creo no es correcta y, desde luego, no es la mía, que pasa por gobernar, sobre todo, cuando te dan la oportunidad. -¿Realmente sigue pensando que León tiene posibilidad de ser autonomía? -Yo creo que, a corto plazo, León no tiene ninguna posibilidad de ser autonomía, pero también es cierto que la situación territorial de España es tan cambiante que, en pocos años, puede pegar un giro. El actual Estado de las Autonomías tiene que evolucionar, aunque no sé si hacia un estado federal o no. Esta situación va a evolucionar, no a corto plazo, pero sí a medio plazo y quizás en una reorganización dentro de unas décadas a León se le podría dar la autonomía, no es imposible, pero sí muy díficil. -¿Se sigue viendo como defensor del leonesismo dentro de esta comunidad? -Es que no hay otra. León está en el mismo barco con Castilla y si el barco se hunde, León se hunde. Por eso tenemos que remar todos juntos, incluso con Castilla, para no hundirnos y porque si hacemos agujeros nos ahogamos. Otra cosa es que tengamos la esperanza, y yo la tengo, de tener nuestro propio barco, pero si estamos en el mismo de Castilla tendremos que remar todos con ella para no hundirnos. -¿Son éstos los últimos coletazos del leonesismo? -No, porque el leonesismo es un sentimiento y los sentimientos permanecen. Lo único que cambian y fluctúan son los partidos y las siglas, pero un conservador siempre va a serlo y un socialista siempre será socialista. -¿Ya tiene solucionado usted su futuro con el PP? -Eso es una acusación falsa y es muy fácil desmentirla. Ahora mismo tengo unas obligaciones como procurador en unas siglas que son la UPL, dentro de cuatro años puedo seguir en política, pero si no sigo tengo un despacho de abogado al que me puedo dedicar y, además, estoy en excedencia en Radio León. Por tanto, afortunadamente puedo elegir el camino que más me guste dentro de cuatro años. Ya veremos qué es lo que ocurre, pero nada indica que vaya a ser dentro del PP. -¿Se ve usted como candidato de la UPL dentro de cuatro años? -Vaya usted a saber. Es muy complicado saberlo, por no decir imposible. «El pacto de León hará que el PSOE fagocite a la UPL; los mejores tiempos de la UPL siempre se han dado cuando peor le ha ido al Partido Socialista» «El discurso de que la Junta de Castilla y León nos roba ya no vale porque con eso no conseguimos que nos den más» «A la gente, a los leoneses, no les importa tanto el tener autonomía como su propio bienestar y el de los suyos» «Quiero hacer del leonesismo moderado y constructivo una marca, una bandera; así que yo soy leonesista moderado» «Si yo fuera Javier Chamorro hoy sería alcalde de León y él me vería no como concejal sino como alcalde, lo que él no quiso ser» «No puedo afirmar con rotundidad que la UPL esté unida, porque no lo sé. Lo vamos a ver después del congreso»