La acusación particular también solicita que se mantengan los 16 años de prisión al procesado
El nuevo fiscal del crimen de Astorga se adhiere a la condena dictada en León
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León vio el recurso presentado por la defensa
El Ministerio Fiscal de la sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León con sede en Burgos, decidió adherirse a la condena impuesta el pasado mes de julio por la Audiencia Provincial de León al joven condenado por un jurado popular como autor del crimen de Astorga, por la que se le consideró culpable de un delito de asesinato. La Magistrada Presidente de la Sección Tercera dictó hace algo más de tres meses una pena de 16 años de prisión, que ayer fue aceptada por el ministerio con sede en la capital castellana, postura a la que se sumó también el letrado de la acusación particular, que defiende los intereses de la víctima. Revisión de la pena El TSJ celebró ayer la vista al recurso presentado por la defensa del condenado, al entender que procede rebajar la condena que se decretó contra el imputado. A tal efecto, las partes tuvieron ocasión de presentar sus alegaciones para defender sus posturas, a la espera de un veredicto por parte del alto tribunal de la comunidad autónoma. «Ha sido una sesión breve, como es habitual en estos casos y ahora, solamente queda esperar a la sentencia», manifestó el abogado de la familia de la víctima, que se mantiene en los mismos postulados que defendió durante la vista oral en el Palacio de Justicia de León, en las sesiones celebradas entre el 18 y el 23 de junio pasado. «Nosotros entendemos que no se trata de un asesinato, sino de un homicidio (la consideración penal en este segundo supuesto, limita la pena máxima de prisión a 15 años) y además, es evidente que en el momento de los hechos se encontraba bajo los efectos de las drogas y el alcohol, circunstancia que se debería considerar como atenuante», resumió por su parte el letrado de la defensa del procesado. Los hechos ocurrieron a finales de agosto del 2005. Según la sentencia, el acusado y la víctima se dirigieron a las afueras de Astorga tras un encuentro pactado por teléfono, y a resultas de una discusión por motivos desconocidos, el condenado agredió a la joven con una barra de futbolín que portaba en el maletero de su coche, causándole la muerte de forma casi instantánea ante la gravedad de las heridas. Pocos días después fue detenido por la Policía Nacional. El condenado manifestó durante el juicio que no recordaba nada de lo ocurrido por haber ingerido alcohol y drogas.