Piden prisión para una mujer acusada de maltratar y amenazar a su marido
El juzgado número 1 de los de lo Penal de León pasará vista oral el próximo día 23 de octubre a las 10.45 horas, a la acusación de maltrato familiar, amenazas e injurias que pesa sobre una joven colombiana, residente en Astorga en el momento de los hechos a la que se imputan tres delitos contra su marido, del que se encuentra divorciada en la actualidad. Según las calificaciones provisionales del Ministerio Público, los hechos se remontan al 17 de mayo del 2006. La joven, de 25 años de edad y natural de Colombia, con documentación en regla entabló aquella media noche una discusión con el varón, del que tenía dos hijos, una niña de cuatro años y un niños de dos. En un momento de la disputa dialéctica, que tuvo lugar en el baño, golpeó a su marido en la cabeza contra el soporte de las toallas, y posteriormente ya en el suelo, siguió golpeando su cabeza contra el pavimento, en presencia del hijo pequeño, que contempló la escena. A resultas de lo ocurrido, el varón presentó una contusión anterofacial cervical, erosiones varias en el cuello y una contusión lumbar, de las que tardó ocho días en sanar, aunque no precisó ausentarse de sus obligaciones laborales. Llamadas telefónicas El día 20 de agosto del 2006, siempre según la versión del fiscal, la joven telefoneó desde el teléfono de sus padres al marido y le dijo. «¡Hijo de puta, me cago en la madre que te parió, vamos a ir a quitarte los niños y te vamos a matar!». Por el presunto delito de lesiones, el fiscal exige una pena de nueve meses de prisión y por las amenazas e injurias, una pena de seis días de localización permanente, más 200 euros de indemnización. La defensa de la acusada entiende que la versión que sostiene la víctima es falsa y destaca que los hechos tuvieron lugar cuando la esposa trataba de separarse del joven, una vez firmado un documento en el que se hacía referencia a la custodia de los niños. De acuerdo a la versión de su letrado, tras la rúbrica del acuerdo, la joven se fue a vivir a Villaviciosa (Asturias) y se llevó a los niños con ella. Poco después, el 1 de junio del 2006, se iniciaron los trámites para el divorcio. Sostienen los letrados asturianos que defienden a la colombiana que se trata de una estratagema urdida para dificultar el proceso y que en realidad, el varón ya ha presentado varias denuncias en supuestos anteriores «siempre con pretextos banales y movido únicamente por sus deseos de revancha». Para el abogado defensor, no existe por tanto delito alguno porque nunca existieron ni la pelea ni las amenazas y procede únicamente la libre absolución de la joven.