Los progenitores alegan que los niños están acostumbrados a la persona con la que llevan desde bebés
Los padres exigen la vuelta de la cuidadora de sus hijos a La Cigüeña
La técnico infantil no superó la entrevista personal, aunque tenía casi los puntos máximos en méritos
Un grupo de madres y padres de la guardería municipal La Cigüeña de Villaquilambre continúa intentando que una de la técnico de infantil que trabajó con sus hijos durante los dos últimos años regrese al centro para terminar el ciclo con ellos. La cuidadora se quedó sin plaza para este curso después de someterse a las pruebas de selección del tribunal. La protestas de estos padres, que amenazan «con tomar medidas de presión», se centran en el proceso impuesto por el nuevo equipo de gobierno, en el que en la entrevista personal que realizaba el tribunal se podían conseguir 30 de los 55 puntos de los que constaba el proceso de selección. «Ella tenía casi la puntuación máxima en el apartado de méritos, pero sacó muy poca puntuación en la entrevista, a pesar de que en el tribunal no había ningún miembro relacionado con Educación», asegura la portavoz de los padres y de las madres, Ana María Díez Rodríguez. Además, señalan que algunos de las técnicos y las auxiliares que fueron seleccionadas tras superar la entrevista personal «han abandonado el puesto porque se han visto superadas, ya que no tenían experiencia». Veintitrés niños afectados Más de 20 son los niños afectados por el cambio de cuidadora en sus clases tras el proceso de selección -además de los que asisten a una de las aulas de La Cigüeña otros doce que acuden a otra de las guarderías municipales, Nuevo Amanecer-. Los progenitores aseguran que sus hijos estaban «acostumbrados e iban alegres a la guardería porque les esperaba esa cuidadora». Los padres y las madres se reunieron a principios de septiembre con el regidor, Lázaro García Bayón, para presentarle su queja y explicarles que deseaban que la técnico de infantil continuara con sus hijos, con los que lleva trabajando desde que eran bebés, y que terminara el ciclo de la guardería, que concluye este curso. «El alcalde aseguró que eso era una 'cacicada', pero nos parece más todavía el proceso de selección impuesto por el Ayuntamiento», apuntan las madres. Sin consentimiento paterno Otra de las quejas es el informe que se ha elaborado desde el Ayuntamiento para realizar la adaptación de los bebés a la nueva situación «utilizando datos privados de los niños sin ni siquiera pedir permiso a los padres», remata Díez Rodríguez, que añade que la implicación de los padres en el proceso de educación de sus hijos ha disminuido considerablemente en el nuevo curso. «Están jugando con nuestros hijos», declaran las madres indignadas.