Un informe de Asaja revela la renta mísera de los agricultores leoneses
Asaja denuncia la baja remuneración económica que disfrutan los profesionales del campo leonés, que no llegan a la categoría de mileuristas, según demuestra un estudio estadístico realizado por esta organización agraria. El informe de Asaja de León, sobre 632 declaraciones del impuesto sobre la renta de las personas físicas de 2006, que abarca todos los subsectores agroganaderos y todas las comarcas agrarias de la provincia, refleja una renta neta declarada (ingresos de venta de productos más subvenciones, menos gastos y menos amortizaciones) de 7.560 euros por ocupado en el sector, por tanto de 630 euros al mes en doce pagas, sin extraordinarias ni vacaciones pagadas. «La baja renta viene motivada en gran parte por las elevadas inversiones que está acometiendo el sector, con su correspondiente amortización anual, sin las cuales todavía sería menos viable y competitivo. A pesar de la escasa renta directa que genera, el sector agropecuario provincial sustenta una gran actividad industrial y de servicios sin la cual no existiría actividad económica en la mayoría de los pueblos y comarcas». Asaja aprecia que, a diferencia de un asalariado, el agricultor asume el riesgo propio de un negocio al aire libre que conlleva gran inestabilidad en las cosechas y corre el riesgo propio de la inestabilidad de los mercados y las decisiones de política agraria. Con estos datos en la mano, el sector agropecuario provincial se sitúa a la cola de los niveles de renta, como siempre ha estado, y lo único positivo es que la mecanización de las últimas décadas ha traído consigo un trabajo más cómodo y una menor dedicación en tiempo real de trabajo. El sindicato interpuesta que estos niveles de renta justifican las ayudas que en su mayoría provenientes de fondos europeos llegan al sector, y justifica la subida de precios de algunos productos, como cereales y leche de vaca, «que por fin se está produciendo en los últimos meses».