Más de diez mil árboles han sido señalados para su arranque y quema desde el verano
La Junta reconoce seis nuevos focos de fuego bacteriano, que llega ya a La Pola
La enfermedad de los frutales se expande hacia el norte de la provincia y en torno a la capital
La Junta reconoce oficialmente la expansión del fuego bacteriano a parajes de otros seis municipios de León, al declarar la presencia de la bacteria erwinia amylovora en Cuadros, Valdefresno, León, San Andrés del Rabanedo, La Roba y La Pola de Gordón. Con la orden de la Consejería de Agricultura que publicó ayer el Boletín Oficial de Castilla y León, son ya catorce términos municipales de la provincia de León y más de una veintena de localidades donde hay especies afectadas por esta bacteria capaz de extinguir cualquier signo de vida o producción en frutales de pepita (manzanos y perales) y membrilleros, principalmente. La Junta obliga al arranque de las plantaciones de estas especies en todas las zonas citadas que estén en situación de abandono antes de que finalice el año 2007. El mal de los frutales, que se contagia desde arbustos de jardín, rosáceas u otras plantas ornamentales, corre hacia el norte de la provincia y amenaza ahora con expandirse por las zonas altas y medias de los ríos Torío o Porma, tal y como aventuraron las organizaciones agrarias leonesas desde que se conocieron el origen de los focos declarados en agosto (en la Cepeda, La Magdalena, el entorno de la capital leonesa o en El Bierzo) y los señalados oficialmente el 1 de octubre (Valverde de la Virgen, Valdesamario y Cabañas Raras). El boletín oficial recuerda el contenido de los decretos 1201/1999 y 1512/2005, que regula en estas situaciones el arranque y destrucción de todas las plantas afectadas por la enfermedad, o las especies hospedantes sin que presenten síntoma de la enfermedad. Más de 10.000 árboles frutales han sido señalados para la hoguera en los tres últimos meses en la provincia leonesa. Una parte notable de esta sección ya ha sido destruida por el fuego, la única medida conocida que ofrece el cien por cien de efectividad en la lucha contra esta enfermedad. Los ayuntamientos leoneses, que fueron requeridos por la Junta en León hace dos semanas para que acometieran el arranque de las plantas hospedantes o aquellas desde las que se propaga la enfermedad han reiterado su falta de competencia en esta función, que corresponde a la administración autonómica, como aquella de controlar la venta de las especies señalas en viveros o mercados. Esta situación de conflicto se mantiene mientras la enfermedad del fuego bacteriano avanza hacia el norte de León.