La ULE envía una carta al consistorio en la que se exime de responsabilidad al no haberla autorizado
La primera espicha del curso enfrenta al Ayuntamiento y a la Universidad
Más de 3.000 jóvenes participaron en la fiesta de Veterinaria que no registró incidentes <
La Universidad de León y el consistorio de la capital han roto prácticamente las negociaciones para intentar buscar un lugar alternativo donde celebrar las fiestas universitarias que no sea en el Campus de Vegazana. Unas posturas distanciadas que quedaban de manifiesto una vez más ayer después de que la ULE enviara a primera hora de la mañana al Ayuntamiento una carta en la que explicaba que la parcela en la que se ubica el aparcamiento de Industriales y Económicas fue cedida por el consistorio leonés en un acuerdo plenario del 31 de julio del año pasado, por lo que debería haber sido la institución académica la que tenía que haber expedido el permiso, en primer término, para realizar la fiesta de Veterinaria que transcurrió con normalidad. Por este motivo, la Universidad leonesa decidió «no hacerse cargo de los daños, desperfectos y gastos» que haya podido ocasionar la fiesta, tales como limpieza o recogida de basuras, «ni hacerse responsable de las molestias que se puedan ocasionar o de la responsabilidad civil que pueda traer consigo esta actividad». Además, puso en conocimiento del Ayuntamiento la intención de «ejercitar acciones legales que procedan para la reclamación de daños y perjuicios ocasionados por la misma, tanto en sus bienes como en la actividad académica correspondiente» como consecuencia de esta celebración. De hecho, la institución académica decidió suspender las clases y cerrar, desde las dos de la tarde, las facultades de Educación, Ciencias del Trabajo y Económicas, y la Escuela de Industriales, las más cercanas a la fiesta para evitar incidentes. Además, en una comunicación interna, aconsejó a los demás centros tener abierta una sola puerta para la entrada y salida de los alumnos y el personal de la Universidad. El Rectorado lamentó las perturbaciones que estos actos «festivos» causan en la normal actividad académica, al mismo tiempo que agradeció «la comprensión y colaboración de la mayoría de la comunidad universitaria». En la misiva, la ULE insistió en que «ignoraba» si el Ayuntamiento dio o no autorización para instalar la carpa y para realizar las actividades festivas. Además, aseguraba desconocer si los organizadores, es decir, los alumnos de Veterinaria, contaban con el correspondiente permiso municipal. Ante esta situación, y dado que el aparcamiento es propiedad de la ULE y no existía la autorización del propietario, el Ayuntamiento de León se vio obligado a retirar tanto la señalización como el vallado que había colocado horas antes para regular este evento, al igual que hizo con las patrullas de la Policía Local que tenían previsto controlar la zona de la carpa para evitar incidentes. La fiesta de la Facultad de Veterinaria es una de las de mayor tradición de la Universidad leonesa. De hecho reunió a más de 3.000 personas aunque, según fuentes policiales, no se registraron incidentes relevantes. Tras la fiesta en la carpa, se celebró el tradicional pasacalles por la ciudad para honrar al santo.