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«¿Nos ha mirado un tuerto?»

Hasta el ministro Alonso se topó en su paseo dominical con la protesta, que aprovecharon también candidatos a liderar la UPL para conseguir apoyo y pulsar intenciones entre los militantes

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A. G. Puente - león
León

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Pasaban diez minutos del mediodía -por la hora nueva- cuando un grupo de niños abría la manifestación portando bien deplegada la bandera de León, bajo las órdenes del responsable del colectivo convocante y alma de estas citas reivindicativas, «Cheva», con su megáfono y gran estandarte. Justo en la cabeza, un pequeño llevaba la bandera de la tierra por una cara y la española por la otra, en una nueva vuelta de tuerca para recordar que el leonesismo es un movimiento que no se mueve al margen de una España unida. También hora punta en el rastro y cientos de personas cruzándose a la altura de Guzmán para uno y otro lado. Esta vez, la manifestación -encabezada por una pancarta en la que podía leerse: «Autonomía Leonesa, ¡Ya!»- se encaminó hacia Ordoño II para torcer por Independencia y -a través de la calle Puerta de la Reina- llegar a la plaza de las Cortes y alcanzar la Pícara, parada final y lugar de lectura del manifiesto. Silbatos, sineras y gritos se fundieron con los sones de tamborín, dulzaina y gaita, entonando los más famosos cánticos de la provincia. Entre las pancartas, además, otros lemas, como «Reino Leonés Autónomo. Salamanca, Zamora y León: región histórica y constitucional» o «¡Facultad de Medicina y Hospital Universitario, ya!». Igualmente, consignas del estilo: «¡Pucelano el que no vote! Tres provincias, tres; País Leonés!» o «¿Tibia, peroné, útero, vagina Facultad de Medicina!». El alcalde se sumó a la manifestación justo cuando la cabecera cruzaba el Edificio Fierro. «¡Un, dos, tres, Francisco únete!», gritaron a Fernández los asistentes, quienes vitorearon al regidor tras unirse a ellos. Su presencia, ¿casualidad o premeditación? En el manifiesto, repaso a discriminaciones a León desde la comunidad, déficits, falta de inversiones, carencias y otros asuntos, como despoblacion o falta de empresas. «Leoneses, ¿es que nos ha mirado un tuerto o la situación responde a la desidia y pachorra?». Apuntó, además, que la «la invasión de Castilla no nos mata, nos deja morir» y gritó desesperadamente: «¡Dejadnos en paz!». El himno a León cerró el acto con vivas en castellano y en lleunés. La cita también sirvió para que el candidato ya confirmado consiguiera apoyos para los avales que precisa y el otro pulsara intenciones.