Astrónomos leoneses participan en un estudio europeo sobre asteroides
Una ocultación es el paso de un astro por delante de otro, visto desde la Tierra. Este fenómeno, bastante infrecuente, es utilizado por los científicos para conocer más datos sobre los objetos implicados. Una ocultación sirvió, por ejemplo, para descubrir la atmósfera de Titán, el satélite de Saturno recientemente explorado por la sonda europea Huygens. En este campo, astrónomos aficionados de León participan en redes europeas e internacionales de observación de asteroides, obteniendo datos que permiten caracterizar el tamaño, forma y órbita de estos objetos. Los astrónomos de la Asociación Leonesa comenzaron este estudio hace tres años, animados por otros colegas aficionados de la Agrupación Astronómica de Sabadell. «Nuestro trabajo consiste básicamente en registrar, cronometrar y analizar ocultaciones, en particular ocultaciones asteroidales», explica Saúl Blanco, presidente de la Asociación. «Un eclipse de Sol es un buen ejemplo de ocultación, en este caso el astro ocultante sería la Luna. Pero son fenómenos infrecuentes», puntualiza. En ocasiones lo que pasa por delante de las estrellas no es la Luna, sino asteroides o cometas. «A pesar de que es accesible a cualquier aficionado de nivel medio», comenta Blanco, «el estudio de las ocultaciones es una de las actividades astronómicas que más importancia científica adquiere». Las ocultaciones lunares sirven para estudiar el relieve del limbo lunar, en especial en las zonas polares que no han sido suficientemente exploradas por las sondas enviadas. Un aficionado estadounidense descubrió recientemente una estrella doble (dos soles orbitando uno entorno al otro) gracias a una ocultación lunar. Los anillos de Urano y la atmósfera de Titán se descubrieron gracias a uno de estos eventos. Sin embargo, los datos individuales carecen de interés si no se analizan en conjunto con los obtenidos desde otros Observatorios. Así, la Asociación Leonesa de Astronomía colabora con la Red Europea de Ocultaciones Asteroidales (EAON) y con la Asociación Internacional para el Cronometraje de Ocultaciones (IOTA). Estos organismos internacionales envían regularmente predicciones de potenciales ocultaciones observables desde el cielo de Léon. «En función de las condiciones meteorológicas y de la capacidad del equipo disponible, seleccionamos aquellos fenómenos que pueden resultar más interesantes». Una vez localizado el astro se registra digitalmente el instante de la desaparición y de la reaparición, observado mediante un telescopio catadióptrico automatizado con un espejo principal de 35 centímetros, y se cronometra la duración del fenómeno.