Los panellets catalanes se convierten en dulce típico en León
La búsqueda de panteones por Internet o los nuevos sabores de coco y pistacho para los típicos buñuelos aportan novedades a un fiesta de Todos los Santos que, no por ello, pierde tradiciones como los faroles de hojalata en algunos pueblos. Mujeres limpiando las tumbas, floristerías con largas colas y pastelerías que no dan a basto es la imagen más común en León. Entre los productos más tradicionales se encuentran los huesos de santo y buñuelos de viento, estos últimos con origen en conventos y palacios de la Edad Media, desde los que más tarde se extendieron a casas particulares y a pastelerías. Los buñuelos de viento siempre han sido uno de los productos más solicitados y con el paso del tiempo han ido evolucionando y han incorporado nuevos ingredientes, ya que a los clásicos de crema, nata y chocolate les han seguido los de trufa, coco o pistacho. Curiosamente, uno de los productos que tiene cada vez mayor auge en León son los panellets, unos dulces típicos catalanes hechos con almendras que también se distribuyen en diversos sabores.