Europa dará prioridad al desarrollo rural en las nuevas ayudas al campo

El sistema de ayudas directas a los agricultores que implantó Europa con la reforma de la PAC en el año 1992 -y del que son beneficiarias alrededor de 14.000 explotaciones leonesas- tiene fecha de caducidad. El chequeo iniciado por la Comisión Europea va a ir más allá de una simple revisión de los objetivos y el plan de financiación de la Política Agraria Común. Y de forma inmediata. El dinero (casi 100 millones de euros anuales en el campo leonés) dejará de fluir por los cauces actuales hasta los agricultores y se ampliará la capacidad de gestión de los gobiernos de cada país, que tendrán un margen holgado para definir la aplicación doméstica de los nuevos términos de la política agraria. Esa nueva orientación va a reducir el techo máximo de las ayudas que puede llegar a recibir cada explotación beneficiaria de los derechos de ayudas y dispondrá un incremento de los porcentajes de modulación con un objetivo meridiano: destinar una parte considerable de las ayudas proteccionistas que hasta ahora se destinaban al sector (hasta el 50% en algunos casos) a promocionar y financiar políticas de desarrollo rural. El concepto que viene de política rural desde Bruselas se aplicará especialmente en financiar -por discriminación positiva- a los agentes que intervienen en el campo como ejes de la protección medio ambiental y mantenedores del ecosistema. La fórmula parece ideada específicamente contra la cada vez más extendida sensación de «caza primas» ajenos al mundo rural que, sin embargo, encabezan la lista de las cuantías de dinero que envía Europa al campo. Los recortes mínimos previstos por los asesores del cambio de orientación de la política agraria que se van a notar de inmediato en el campo leonés parten del 15% de las ayudas directas, y alcanzarían hasta el 45 o el 50% en el caso de montantes económicos más elevados. El conocido como chequeo médico a la PAC va a tener unos efectos agudos en el sistema económico del campo leonés; precisamente, uno de los más afectados en España por la decisión de Europa de levantar todo tipo de restricción a la capacidad productiva, con la liberalización de barbechos y tierras de retirada. Esa revisión se asoma a cambios imprevisibles.