Los proyectos acumulan un retraso medio de 18 meses
Inversiones como la penicilina estéril veterinaria o el principio antirrechazo superan a las previstas, pero otras están paralizadas, entre ellas la de Vitatene
Los proyectos de diversificación contemplados en el Plan Industrial de Antibióticos acumulan un retraso medio de 18 meses, aunque la empresa asegura que todos ellos acabarán realizándose. De momento se han puesto en marcha productos como la penicilina estéril veterinaria, con retraso pero una inversión mayor a la prevista (4,42 millones de euros en total) y que actualmente está en periodo de validación. También ha seguido una evolución favorable el proyecto de nuevas cefalosporinas, diferente al planteado en un primer momento pero que ha supuesto multiplicar la inversión (1,15 millones frente a los 300.000 euros previstos inicialmente) y que ha creado 18 puestos de trabajo. También ha sido superior a la prevista la inversión en el principio antirechazo, ya que se destinaron finalmente 5,7 y no 1,5 millones de euros. El proyecto está pendiente de la aprobación por la FDA (organismo para la aprobación de medicamentos en EE.UU.). En cambio, otros proyectos en los que en su día se pusieron grandes esperanzas no han salido adelante. Como el de los aditivos alimentarios, en el que se invirtieron 150.000 euros y que «no se ha continuado al existir discrepancias con el cliente en el precio del producto». También está sin determinar el inicio y el empleo del proyecto de recuperación de producto de aguas madre; así como un nuevo producto que se encuentra en «espera». Pero lo más preocupante es la paralización de la inversión de 15,845 millones de euros en la ampliación de la planta de Vitatene, un proyecto que debería garantizar, según el Plan Industrial, la viabilidad del grupo químico en León de cara al futuro.