León estudia sacar a concurso o amortizar las plazas dadas a dedo

Los contratos de los cerca de 800 trabajadores eventuales rubricados en los últimos 15 años sin proceso de selección ni concurso de plaza que acumula el Ayuntamiento de la capital leonesa -según las cifras que maneja el comité de empresa- abandonarán el adjetivo que les acompaña antes de final de mandato. Pero el final de la provisionalidad de la relación contractual con la administración no pasará por el asentamiento de los nombres en la nómina, sino que se regirá por el filtro de un proceso de personal en el que los responsables municipales estudiarán «qué plazas se deben amortizar» y cuáles «salen a concurso público, como manda la ley», según anuncia el edil de Personal, Ibán García del Blanco. La bolsa de trabajadores afectada por la planificación del equipo de gobierno agrupa a laborales -muchos de ellos indefinidos por su tiempo en nómina, pero de los que se puede prescindir sin penalización- y funcionarios interinos. Dos categorías que abundan en la alta temporalidad del consistorio, con la que los rectores municipales están en «total desacuerdo», por lo que plantearán el proceso de amortización y concurso. Junto a estas dos medidas, García del Blanco señala que «lo último serían los despidos», aunque concede que en algunos casos, «como se verá en la auditoría, hay puestos redundantes, que son ocupados por dos y hasta tres personas, sobre los que habrá que tomar una determinación». García del Blanco apunta que «en los concursos públicos se podría valorar el tiempo que los trabajadores han prestado el servicio en el consistorio, para dar una oportunidad de reciclaje», pero descarta volver a «métodos utilizados durante años y que han conducido a esta situación». Para cumplir con este propósito, el vicealcalde de León, Javier Chamorro, recuerda que «en ningún tribunal de selección del Ayuntamiento hay, desde este mes, políticos, sino que todos están formados por técnicos, no sólo para dar imagen de limpieza sino de profesionalización».