ENRIQUE MARTÍNEZ REGUERA
«Nuestros niños viven en un atroz desierto personal»
La excesiva profesionalización de la atención a la infancia en la sociedad actual fue ayer puesta en cuestión por el pedagogo y escritor Enrique Martínez Reguera en la apertura del décimo aniversario de Cauce. Autor de numerosos libros, el último «Con los niños no se juega», Martínez Reguera tiene 40 años de experiencia en atención a la infancia y la juventud en barrios como La Celsa y San Fermín, de Madrid. «Nuestros niños viven un atroz desierto personal, rodeados de un modo abusivo de profesionales», afirmó tras exponer su teoría de que la infancia «no tiene derechos», sino «algo más importante e ineludible como son las necesidades». Abogó por recuperar el «sentido común» en la sociedad y en la escuela para «tomar consciencia de las necesidades reales de la infancia: que no nos pasé como a los niños de África, que tienen derecho al agua pero nadie les da de beber». En su disertación también reivindicó la crianza como base de «la entereza humana, la ternura, la capacidad de organización» y «de todas las cosas que constituyen el fundamento de nuestra existencia», así como la figura del maestro-persona en lugar del maestro-policía. El primero, dijo, «hace del problema del niño un problema suyo y pone toda la carne en el asador para resolverlo»; el segundo se limita a «aplicar el decreto de deberes y derechos del alumno e informar al director, y éste a la administración...» Pero «el problema del niño queda sin resolver y un montón de profesionales han vivido del niño».