La caída de una roca de casi cinco toneladas causa la alarma en la N-630

La alarma volvió a saltar ayer en la N-630 a primeras horas de la mañana cuando una roca, de unas cinco toneladas, se desprendió del túnel de La Pola de Gordón. La calzada sólo resultó afectada por trozos ya desmoronados de la piedra, que llegaron a impactar contra un camión que se dirigía a las obras de la variante de Pajares cargado de dovelas, causándole varios golpes de chapa en su carrocería. Los dos coches que le precedían también tuvieron que frenar de forma brusca, aunque no sufrieron daños materiales. Hasta el lugar de los hechos se trasladaron patrullas de la Guardia Civil del cuartel de La Pola que regularon el tráfico durante aproximadamente dos horas. El alcalde, Francisco Castañón, y el edil de Obras, Evangelino Conejo, se personaronen el lugar, asegurando que «también esta vez ha habido suerte», en referencia a la última ocasión en que la carretera resultó afectada por la caída de otra roca de gran tamaño. La Subdelegación del Gobierno activó un plan de emergencia para iniciar de inmediato la reparación del las obras del túnel. Fuentes de Subdelegación aseguraron ayer que «ha existido una voluntad de solucionar este problema, aunque las alternativas de la voladura del túnel fueron deshechadas en un principio por los vecinos, al tener que desviar el tráfico».