El «apafuegos» fiel y discreto

Tiene nombre de rey mago y eso se lo recuerdan los primeros días de clase sus pequeños alumnos de Primaria en el colegio donde enseña desde hace veinticinco años: el Virgen de la Peña en Bembibre. «Hasta que se acostumbran a Melchor, me llaman Gaspar cuando se equivocan». Nació en Santa Marina de Torre en 1956. Maestro, amante de la música, fue alcalde en su municipio por vez primera bajo las siglas del CDS. Estuvo al frente en esta primera etapa del Ayuntamiento de Torre del Bierzo de 1987 a 1991. Con la desaparición de la esta formación, comenzó a militar en el PP y concurrió a los siguientes comicios como independiente, aunque el regidor en esos momentos fue el segundo del lista. Por discrepancias con los populares abandonó el partido y decidió apostar por la UPL, donde se afilió en 1995. Con la lista leonesista volvió a ser alcalde de Torre entre 1995 y 1999. En el siguiente mandato, encabeza la candidatura por petición de sus compañeros y gana, pero sólo es regidor un año aunque continuó siendo edil. En el 2002 deja la política municipal y un año más tarde es elegido en el ya famoso congreso de Astorga presidente de la Unión del Pueblo Leonés, cargó que ostentó hasta ayer mismo. Se define como un hombre tenaz, persuasivo, negociador, dialogante, prudente y tímido. Está casado y tiene un hijo. Le encanta la investigación arqueológica, la naturaleza, toca la guitarra y canta en un coro. Hasta ahora su labor callada en el partido -de fontanero fiel a Otero- le ha permitido trabajar en la sombra sin estridencias ni algaradas, apagando fuegos internos y fajándose en negociaciones. Como su antecesor, es berciano. Inició el camino para introducir la UPL en la comarca.