Un general de la UME asegura que la unidad está preparada para intervenir ante graves emergencias
Pere Navarro, el general Rogelio García y Justo Zambrana
El general segundo responsable de la UME, Rogelio García, aseguró ayer que los efectivos de esta unidad están preparados y cuentan con vehículos de transporte ligero y pesado para intervenir, siempre que la emergencia sea grave, conocida como de nivel III, con la posibilidad de desplegar un puesto de mando capaz de coordinar las actuaciones. Así lo afirmó en el transcurso de la presentación de la campaña de vialidad invernal para este año, que tuvo lugar en Santo Tomé del Puerto (Segovia), y a la que asistió también el subsecretario del Ministerio del Interior, Justo Zambrana, quien subrayó que la UME actuará en emergencias graves y a solicitud de la Dirección General de Protección Civil del Ministerio del Interior. Precisamente la presencia de la UME es una de las principales novedades de la campaña de invierno. De hecho, la UME participará este año, por primera vez, en la campaña de nevadas, cuando las circunstancias lo exijan y en apoyo a los medios del Estado y de las comunidades autónomas. Zambrana explicó que la UME estará dotada de transportes orugas acorazados (Toas), para intervenir en carreteras bloqueadas por la nieve, realizar evacuaciones de personas o llevar víveres y mantas, si fuera necesario. Según el subsecretario de Interior, si existe oportunidad se podrá constatar la «feliz idea» del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de impulsar la creación de la Unidad Militar de Emergencias. Desde primeros de diciembre, la DGT pondrá en marcha una campaña de concienciación a los ciudadanos sobre el uso de las cadenas, con la intención de convencer para que se lleven en el vehículo, según su responsable, Pere Navarro. Recordó que, a raíz del 26 de diciembre de 2004, cuando se registraron las nevadas de León y Burgos, con cientos de conductores atrapados en la nieve, el presidente Rodríguez Zapatero «nos riñó cariñosamente para decir que eso no se podía consentir en un país que es la octava potencia mundial».