El sindicalista de la Transición
La Casa de León homenajea al ilustre político de UGT y también senador, por una trayectoria marcada por la constante defensa de los derechos de los trabajadores
Amparo Valcarce entregó a Fermín Carnero la placa recordando el homenaje
En los tiempos heroicos del sindicalismo contemporáneo, un gijonés del 38 llegó a León para quedarse hasta el punto de que hoy es uno de los asturleoneses, como Antonio Gamoneda, que han protagonizado la historia reciente local a base de trabajo y personalidad y de los que ahora se disfruta la huella perdurable de su labor. Fermín Carnero fue de 1976 a 1996 la cabeza visible de la UGT en León y uno de los referentes del sindicato a nivel nacional. Fue, sin duda, el sindicalista de la Transición y la Casa de León en Madrid, ayer, en un emotivo acto, le rindió un homenaje que sirve para que quede constancia de todo eso y para comprobar que en Carnero hay un sindicalista de pura cepa, rojo y sentimental, un leonés con vistas a la playa de San Lorenzo, que desde Valderas, en la Fundación 27 de Marzo, sigue convencido de que aún hay mucho que hacer. Con unas palabras de reconocimiento dedicadas por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con la presencia de compañeros como Amparo Valcarce, secretario de Estado de Asuntos Sociales, de la diputada Charo Velasco, o de otro histórico del socialismo leonés como Jaime González, Fermín Carnero se sintió arropado y querido y hasta la emoción le pudo cuando recordó a amigos como Carlos Marcos, en referencia a las personas que han hecho posible el hoy de la Casa de León. El secretario general de UGT, Arturo Fernández, no quiso faltar a la cita para homenajear a Carnero. El acto de ayer sirvió para rescatar una memoria reciente de la lucha laboral en la que Fermín Carnero le tocó fajarse en todos los frentes. Defendiendo los intereses de los trabajadores y ajustando la relación entre PSOE y UGT, dura labor para alguien que fue senador y gran referente sindical a todos los niveles.