Una de las tuneladoras de la vertiente norte ya horadó el 30% y la otra, más de la mitad del lote
El ritmo actual de la variante de Pajares adelantaría la obra al 2008
Las dificultades en Asturias ya se han superado, pero aún restan zonas muy problemáticas
La cohesión territorial entre Asturias y la meseta a través de la alta velocidad pivota en la ejecución total de una obra que es la de mayor envergadura de todas las realizadas hasta la fecha en España. La variante de Pajares, compuesta por dos túneles de 25 kilómetros cada uno -los octavos más largos del mundo-, tenderá ese puente de comunicación entre el Principado y el centro del país y dará sentido a la línea ferroviaria de ancho internacional Madrid-Valladolid-León, que será inaugurada el próximo 22 de diciembre. El calendario de actuación fijado por la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, señala a la primavera del 2009 como fecha límite para terminar unos trabajos que no han estado exentos de problemas. Primero fueron los acuíferos, después el material pizarroso de la vertiente norte y, finalmente, la aparición de gas metano en un tramo del corredor. Pese a todas estas dificultades, las empresas adjudicatarias de cada uno de los cuatro lotes y el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias han sabido sobreponerse a los vaivenes y hoy, si el ritmo de perforación continúa en los parámetros actuales, la infraestructura podría estar terminada a finales del próximo año, varios meses antes de lo previsto. En el vértice sur, las dos tuneladoras que iniciaron su recorrido en La Pola ya han terminado los tramos encomendados, tanto en el tubo este como en el oeste, y una de ellas ya está desmontándose, proceso que puede llevar hasta seis meses, mientras que la otra, la del tubo oeste, ejecutará los 3,3 kilómetros del Lote 2 -Folledo-Viadangos- para encontrarse al final del camino con la que partió de Pola de Lena, la número cuatro, que ya ha horadado al macizo 2.700 metros de los 10,3 kilómetros del recorrido total. Aún así, esta máquina pasa actualmente por debajo del Cueto Negro, «una estructura geológica complejísima en la que se ha detectado la presencia de material pizarroso muy degradado» y es la parte que más preocupa a Adif desde que comenzó a plantearse la ejecución del proyecto. Una vez se supere la zona, el gran topo tendrá que afrontar aún el área de Valgrande, en la que existe mucha presencia de agua y elementos tectonizados donde la roca está convertida en suelo, lo que dificulta enormemente las labores de excavación. Cerca de 650 metros al mes Pero si al final se solventan todos los inconvenientes, propios de una actuación de estas dimensiones, y el ritmo de perforación avanza como hasta ahora entre los 500 y 650 metros mensuales, a finales del 2008 estarían terminados los trabajos, a la espera sólo de la adjudicación del pliego para colocar las instalaciones ferroviarias, incluidas las vías de alta velocidad y las catenarias; una actuación que podría realizarse antes del final de las obras en los tramos subterráneos. No obstante, el topo del Lote 4 -Viadangos-Telledo- ya se encuentra al 60% de su desarrollo final -6,3 kilómetros de los 10,3- y camina ya al encuentro de la tuneladora número tres, que arañó los 5.466 metros de la galería de acceso de Buiza y continuó hacia Asturias por el Lote 2, en su parte este, del que ya ha horadado 4.166 metros.