| Entrevista | Melchor Moreno |
«En este partido reina la anarquía; aquí cada cargo público hace lo que quiere»
Lleva quince días en el cargo y asegura que quiere que la UPL sea un partido serio; seriedad que pasa por, entre otras cosas, defender el pacto de León, «que es bueno y debe durar los cuatro años»
Habla pausado, tranquilo, pensando bien lo que va a decir y reflexionando sobre lo que ha dicho. La misma reflexión que ha hecho de su partido y que le lleva a asegurar que es necesario un giro copernicano, de 360 grados, giro que Melchor Moreno (Santa Marina de Torre, 1956) quiere dar con todas las sensibilidades que encierra la UPL. -¿Se siente usted respaldado o piensa que fue elegido porque no había otro? -Me siento respaldado y no sé si hubiera sido posible que hubiera habido más candidatos. Mi decisión es casi un acto de servicio, que me obliga a dejar por el camino muchas otras cuestiones. Muchos compañeros vieron en mí el perfil ideal para el cargo: alguien que no tuviera un cargo público y se pudiera dedicar de lleno a la organización interna del partido. -¿Qué les dice a aquellos que aseguran que éste ha sido un congreso puente y que en dos años, cuando se celebre el que elija las listas para las municipales y autonómicas, es cuando habrá una verdadera involución? -Pues que sería lamentable y el fin del partido. Es verdad que alguno tiene esa visión de que éste ha sido un verdadero congreso puente. Yo niego la mayor: este congreso ha sido el verdaderamente importante, tanto que si durante estos dos o tres años no somos capaces de dotar de coordinación y estructura concreta al partido será el fin de la UPL. Además, ¿quién dice que va a haber congreso dentro de dos años? Si se modifican los estatutos en un año, a lo mejor se aprueba que los congresos se celebren cada cuatro. Lo veremos en un año. -Vamos, que ya está decidido. -No, eso tendrán que decidirlo los miembros de la comisión que creemos. -¿Será un borrón y cuenta nueva? -Sí. Los actuales estatutos sirvieron para lo que fueron, para el nacimiento de un partido, pero ahora nos están encorsetando y debemos hacerlos pasar por el quirófano para hacer una operación de cirugía plástica, Tenemos que hacer unos estatutos nuevos. -Han pasado ya quince días desde que fue elegido secretario general, ¿cómo ve al partido? -Está más o menos como yo pensaba. Ya antes del congreso realicé un análisis para saber cómo estaba el partido y en él basé, prácticamente, todo mi programa. He comprobado que aquello que yo preveía se ha cumplido. -Usted ha hablado de la reconversión de la UPL, ¿es otro borrón y cuenta nueva como los estatutos? -Nunca se puede hacer borrón y cuenta nueva. No podemos, ni debemos tirar toda nuestra historia, mucha o poca, a la papelera. Es más, creo que los aspectos negativos pueden ayudarnos a mejorar. Lo que sí es cierto es que queremos refundar el partido. -¿Y eso cómo se hace? -Lo primero que debemos hacer es detectar nuestros puntos débiles y mejorarlos. Pero también tenemos muchos aspectos positivos, que debemos explotar y trabajar, como por ejemplo nuestra militancia. -Pero, sea más concreto, ¿qué aspectos hay que cambiar en el partido para lograr esa refundación sin hacer borrón y cuenta nueva? -Necesitamos las tres c: cohesión, coordinación y coherencia. Yo he detectado que no hemos tenido coherencia en determinados momentos de nuestra vida. Por ejemplo, somos un partido que basamos nuestra fuerza en la militancia, o eso al menos vendemos, y casi nunca se le tiene en cuenta. Pero lo mismo podríamos decir de los cargos públicos, a los que tampoco se les ha tenido muy en cuenta. Por lo tanto, coherencia, la misma que nos falta en el mensaje; mira que nuestro mensaje es claro: la autonomía para el País Leonés, pero a veces no hemos sabido transmitirlo ni tenemos claro cómo hacerlo. Más complicado es la coordinación; en este partido lo que reina es la anarquía; aquí cada cargo público hace lo que quiere y decide cómo debe llevar a cabo su actuación política sin tener en cuenta lo que piensa el conjunto del partido, lo que nos enlaza directamente con la cohesión, que brilla por su ausencia. -Visto el problema o los problemas, ¿cuál es la solución? -Lograr un proyecto político y un programa político, algo de lo que ahora mismo yo creo que carecemos. En este momento no está claro tampoco nuestro proyecto político, con objetivos concretos y específicos a este momento. Una vez logradas estas dos patas, debemos conseguir los recursos necesarios, coordinarlos y llevarlos a las instituciones en las que estemos presentes y a la sociedad. Todo esto pivota sobre nuestro mayor problema, creo yo, que no es otro que la falta de estructura orgánica. Somos un partido en el que, por un lado, están los cargos públicos, que son su imagen, y, por otro, la militancia, pero en medio no hay nada, no existe una estructura política y de cargos que coordine el partido. -Alguna culpa tendrá usted como presidente que era. -Sí, sí, evidentemente, yo soy responsable de esta situación porque he sido presidente, aunque la figura del presidente en este partido es meramente institucional, pero he de decir que yo he tratado de romper esa línea de actuación de los anteriores presidentes y me he preocupado mucho de moverme a nivel comarcal y de dinamizar los comités comarcales. Pero, evidentemente tengo que asumir mi responsabilidad y ya lo dije en el congreso: yo soy tan resonsable como el que más de la situación actual del partido, pero debemos intentar enmendar esos errores y en eso estamos. -¿Cómo va usted a lograr cohesionar a Chamorro, Otero, Rubinat, Abel Pardo, García Bayón y Leonesismo y Sociedad? -He de reconocer que no es fácil, porque son distintas aristas de un mismo proyecto, pero debemos irlas limando porque todos luchamos por lo mismo: conseguir la autonomía para el País Leonés. Debemos trazar una misma línea de actuación. -Defínase, remar con Castilla o hundir el barco. -Soy partidario únicamente de defender el País Leonés, para eso estoy aquí y eso es en lo que creo. Yo no le deseo ningún mal a Castilla, como no se lo deseo ni a Galicia ni a Cataluña ni a nadie, pero sin embargo, he de intentar solucionar los problemas de esta tierra. -¿Esos problemas deben solucionarse dentro de Castilla o no se solucionarán hasta que se logre la autonomía? -Es que no es incompatible. Nuestro fin último es lograr la autonomía, pero mientras tanto nuestros cargos públicos allá donde estén, incluso en las Cortes, deben ser los mejores gestores, porque sabemos que el proceso hasta la autonomía va a ser muy largo. Debemos formar a nuestros cargos públicos, que están poco formados, en ese aspecto. -Muy bonito, ¿pero qué va a hacer la UPL para lograr esa autonomía de la que tanto habla? -Lo primero debemos conseguir la confianza de los ciudadanos del Reino de León en cada uno de sus municipios. La autonomía sólo se puede conseguir en el Parlamento autonómico y en el nacional y para eso debemos tener más representación. -¿Usted todavía cree que la autonomía es posible, después de la aprobación del Estatuto? -Es complicado y el Estatuto ha sido un jarro de agua fría, pero que nadie dude que aún es posible. Si otros han conseguido la autonomía, ¿por qué no nosotros? -¿No se agarran ustedes a ese discurso porque no tienen otro? -No y, además, estoy convencido de la necesidad de leonesismo que tiene esta tierra, porque como mínimo es una arma para que el centralismo extremo de Valladolid reconsidere cualquier inversión y actuación, y aún así se las lleva. Es más, muchos socialistas y populares son leonesistas. -¿Apoya el pacto en el Ayuntamiento de León? -He de confesar que, al principio, no era partidario del pacto de León. Yo defendí el no al pacto de León y creo que lo mejor que le hubiera pasado a la UPL es haberse quedado en la oposición y dejar que gobernara la lista más votada. . Estoy convencido de que si ahora estuviéramos en la oposición en el Ayuntamiento nuestras reivindicaciones se habrían tenido más en cuenta en el debate en el Estatuto; vamos que Zapatero y Villalba hubiesen oído a sus compañeros de León y hubiesen oído nuestras propuestas. -Pero nada ha cambiado para variar esta reflexión -Sí, el comité ejecutivo de nuestro partido dio un mandato a nuestros concejales, ese mandato debe cumplirse y no debemos cuestionarlo. Nadie debe poner en duda ahora que ese pacto se debe mantener, si es que queremos ser un partido serio. Debemos tener plena confianza en nuestros concejales, que están haciendo una buena labor en el Ayuntamiento, y sus réditos se verán en el futuro. Pero, además, he de decir que, sorpresivamente a lo que yo pensaba, la militancia está encantada con el pacto de León y así me lo han transmitido. -Entonces, ¿Melchor Moreno, piensa ahora que el pacto es bueno? -Sí, por supuesto. -¿Debe durar los cuatro años? -Evidentemente, porque el pacto se ha hecho para cuatro años y salvo incumplimiento flagrante ese pacto se debe de mantener y sino dejaremos de ser un partido serio. -¿Y cómo se encaja en este pacto el sentimiento de rechazo de Joaquín Otero y de Rubinat? -Joaquín Otero es nuestro mejor parlamentario en las Cortes, digo más, es el mejor parlamentario de las actuales Cortes y a eso debe dedicar su esfuerzo. Lo que no debe Otero, ni nadie, es hacer públicas nuestras discrepancias. Me gustaría que todos, no sólo Otero y Rubinat, dejasen de criticar a los compañeros y a la labor que hacen en las instituciones donde han sido elegidos. -¿Está la UPL preparada para presentarse a las generales? -La UPL está preparada para todo. -Alguno piensa que no deberían presentarse. -Cierto y por eso en el Congreso no se aprobó por unanimidad; hubo discrepancia, se votó, ganó el sí, y, por tanto, hay que acatarlo. Nuestro principal problema es el económico, desde luego, porque no estamos para hacer florituras. -¿Ya tienen claro el perfil del candidato? -Lo que tengo claro es que quien lo asuma hará un gran acto de servicio sabiendo lo que es la UPL y sus posibles resultados electorales, pero estoy seguro que será alguien cualificado. Lo que no podemos hacer es dejar huérfanos a nuestros militantes y simpatizantes. -Insisto, ¿tienen ya un candidato en mente? -No, en este momento no. Evidentemente hay personas que pueden asumir esa responsabilidad, pero no sabemos quién. -¿Del partido o de fuera? -Podría ser alguien de fuera, ni siquiera militante. -¿Un personaje público y conocido? -Podría. -¿Hombre o omujer? -No, eso sí que no lo sabemos. Joaquín Otero Un amigo. Ha sido un buen secretario general que tuvo la enorme responsabilidad de asumir el partido en un momento complicado, con la marcha de José María Rodríguez de Francisco. Es nuestro abanderado en las Cortes. Javier Chamorro Una persona honesta, buena, coherente consigo mismo y con toda la gente con la que se compromete. Es, sin ningún género de dudas, el mejor alcalde para León. Alguien que tendrá que luchar codo con codo conmigo. Luis Herrero Rubinat Un gran leonesista. Ha sido una historia y un peso pesado en la política provincial y en el seno del partido. Yo espero para él cotas más altas que el ser un mero asesor en las Cortes de Castilla y León. Lázaro García Bayón Es un buen alcalde y va a ser un buen diputado provincial. Es una persona inteligente y con ingenio, como lo ha demostrado al conseguir la alcaldía en la situación en la que estaba. Alejandro Valderas Sólo puedo decir palabras de cariño y de ánimo. El partido tiene una deuda con él y el partido tiene que ver cómo la soluciona. Es posiblemente uno de los valores más importantes y debemos recuperarlo lo antes posible. Abel Pardo Es un joven político inteligente, que sabe estar en el momento y en el lugar adecuados. Tiene la virtud de hacerse valer. A veces, discrepo de sus maneras de actuar más que del fondo. Tiene que estar siempre al lado de Javier Chamorro. José María Rodríguez de Francisco Solamente tengo recuerdos de él y los recuerdos que a mí me quedan de las personas siempre o casi siempre son positivos. Realmente, de verdad, no puedo decir nada más de él.