El 25% de los profesores que piden el año sabático da clase en la provincia

Un año sabático después de cuatro de trabajo, y además retribuido, es un compromiso de la Junta que encuentra a sus beneficiarios entre los funcionarios que imparten enseñanzas escolares en centros públicos no universitarios. La medida rueda por los claustros desde el 14 de noviembre del 2006, cuando la Consejería de Educación puso en negro sobre blanco la firma de un acuerdo con el que comenzar a recibir las solicitudes para optar a ese descanso voluntario. La primera convocatoria ya ha finalizado y el balance es del todo positivo como muestra el alto índice de aceptación entre los docentes de la comunidad. Pero sobre todo entre los que imparten clase en la provincia, que concentran el 25% de todas las instancias presentadas en la Junta de Castilla y León. Así, de las 194 peticiones, 47 pertenecen a León, 43 a Valladolid, 25 a Burgos, 19 a Salamanca, 14 a Palencia, al igual que a Segovia, 11 a Zamora y 10 a Soria. No obstante, la iniciativa no es un cheque en blanco para pagar el descanso de estos empleados públicos. Son ellos los que sufragan, en su mayor parte, el coste de la actuación, porque la Administración les retiene el 15% del sueldo durante los cuatro años anteriores al disfrute del permiso parcialmente retribuido, así llamado porque en su quinta anualidad, los profesores cobran el 85% de la nómina y no el 100%. Si bien, aún habrá que esperar casi un lustro para saber si el planteamiento es positivo en la concepción del reciclaje profesional y si sirve para que los docentes se oxigenen de una actividad que, según todos los indicadores, dificulta la conciliación de la vida laboral y familiar. Aún así, la puesta en marcha del convenio, alcanzado gracias a la pertinencia del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza -Stes- significará el engrose de las bolsas de trabajo para que los interinos puedan dar clase en aquellos colegios en los que exista una baja por este concepto, mientras preparan la oposición para conseguir plaza.