La renegociación de la deuda abre la puerta al pago a proveedores

La ventanilla de bancos y cajas hace tiempo que sólo se abre para el Ayuntamiento de León con el fin de ingresar depósitos. En dirección contraria, el flujo se mantiene estancado en el dique de los 96.122.460,65 euros. Una barrera con condiciones rígidas que dificulta la maniobrabilidad del área de Economía y Hacienda -sumergida en los 268,6 millones de la factura total del debe- que ha iniciado una renegociación de la deuda financiera, con el objetivo de ganar liquidez, que ya cuenta con el beneplácito de las cuatro entidades en las que se centra el endeudamiento. La operación acomete «la deuda a largo, que es la que supera el año», donde están comprometidos «alrededor de 70 de los 96,1 millones de euros adeudados», según especifica el concejal responsable del área, Miguel Ángel Fernández Cardo, quien ha conseguido que las entidades financieras «hayan aceptado alargar los plazos y conceder periodos de carencia». Esta licencia, que hace que el consistorio «pague los intereses por el total, pero no la amortización del capital», ha sido fijada «en cuatro años, en tres de los casos, y en dos años, en el otro», cuando lo normal es que a las administraciones municipales «se les conceda un año y si ofrece mucha confianza, dos». Lo «determinante» para obtener la respuesta positiva, según subraya Fernández Cardo, han sido «los catorce puntos del Plan de Salvación y ajuste económico», que hacen que «se hayan creído los números aportados, que establecen que en los primeros años se equilibrará el presupuesto, y que sus consejos y comités de riesgo lo aprueben, como es obligatorio para hacer operaciones de este tipo». «Pero también han dicho que si se toca una sola de las medidas desaparecen las condiciones», alerta el concejal de Economía y Hacienda, quien recuerda que «el PP intentó renegociar la deuda en el 2006 y no se lo permitieron porque la propuesta no era fiable». El resultado de la renegociación y el logro del margen de los periodos de carencia es que «se paga menos y además se reduce el tamaño de la cuota, con lo que se gana liquidez para gastos diarios y para poder ajustar la estructura del Ayuntamiento», detalla el edil. Aplicada al caso concreto, la operación hará que «el próximo año la carga financiera sea sólo de cerca de un millón de euros, en vez de 8,5 millones», y permitirá que la institución «se aproxime al equilibrio». Este acercamiento al estado ordinario no se marca como el principal logro, sino que la importancia radica en que «sobre se tendrá credibilidad en el mercado, con el fin de que se puedan plantear nuevas operaciones que se destinen a atacar la deuda histórica, la deuda comercial con los proveedores, este próximo año 2008». Sin adelantar plazos, que «dependen de las entidades financieras», el Ayuntamiento espera cerrar estas operaciones «lo antes posible», puesto que «condicionan la definición del presupuesto para el año 2008». Unas cuentas que el equipo de gobierno quiere tener cerradas antes de la llegada del mes de febrero.