400 leoneses y un cocido
El cocido maragato, que es un plato típico de aquí, pero a fin de cuentas un relato casi de literatura latinoamericana, más si es en el Wellington, acompañó a los más de cuatrocientos leoneses que homenajearon a Santos Llamas, en primera instancia, pero también a Tomás Martínez, de Armonía Films, un cineasta que para sí quisieran otros que filman más; a la Fundación del doctor Romero, del Museo de la Fauna; y a Manuel Lamelas, presidente de la Cámara de Comercio, que cumple años con un vigor que la hace irreconocible. Con ese plantel, y mantel, la cosa pedía alineación de lujo y por ello se pudo ver a los más difíciles de ver, como David Álvarez, presidente de Eulen, que se mostró, como siempre, orgulloso de ser leonés entre leoneses. Ignacio tejera, presidente de la Fele, departió con todos y se preocupó, una vez más, de calcular el potencial empresarial de la provincia. Domingo López Alonso, al que se comunicó casi in situ que era el empresario leonés del año en el exterior, también fue de los que disfrutó de lo suyo y de lo de los demás. Manuel Núñez Pérez y Baudilio Tomé casi fueron de los únicos que capitalizaron la presencia política. Entre otros asistentes ilustres destacó la presencia de Evaristo García, artífice en activo de Pescaderías Coruñesas, y maragato más que de pro. En definitiva, fueron muchos los leoneses que, desde múltiples ámbitos, acudieron a una llamada más de los leoneses en Madrid, como José Vega, de Incosa, altos cargos de Caja España, o empresarios de todos los sectores, que, con la Navidad como inminencia, vieron una película de leoneses en la diáspora, de gente que tiene algo que contar, como si pidieran que un día Tomás Martínez filme con su talento lo que pasó y lo que está por pasar.